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¿Por qué el acento andaluz de muchos actores o presentadores sureños desaparece cuando dan vida a un personaje en la tele o en el cine? Esa es una pregunta que se ha llevado muchos años sin responder, y es que muchas veces ni siquiera el guion requería que un actor tuviera que tener acento neutro. Simplemente se elimina y ya, algo con lo que se han encontrado famosos como Roberto Leal o la actriz Verónica Sánchez. La discriminación hacia el acento andaluz como si fuese un 'castellano mal hablado' se trató a golpe de prohibición y avergonzamiento durante el franquismo. Sin embargo, tras la muerte del dictador, los andaluces pudieron empezar a sentirse orgullosos de su dialecto... pero ese maltrato del andaluz casi dura hasta nuestros días entre luchas y quejas de famosos como María León, que han combatido activamente por que no se 'escondiera' bajo la alfombra cuando se activaba el piloto rojo de una cámara: "En algunas ocasiones me han pedido quitar el acento y yo siempre he luchado por tenerlo".
Precisamente la actriz, que ha estado hasta hace nada en boca de todos por sus problemas judiciales, se sinceraba sobre este tema recientemente en el podcast 'La Script', por el que han pasado otras caras conocidas como Miguel Ángel Silvestre, que contó ahí su sorprendente relación con Javier Bardem. La hermana de Paco León, que se ha enfrentando a este problema, está viendo actualmente un cambio hacia no esconder su acento, hacia ver en pantalla a gente real. "Me ha encantado verte en 'El caso Asunta', cómo de repente aparece por ahí una guardia civil sevillana sin más", le decía una sorprendida periodista María Guerra. "Los andaluces hemos estado ahí, pioneros en levantar el cine andaluz", decía León, aplaudiendo así a su propia tierra.
María León habla sobre el acento andaluz en sus películas
"En mi caso, que soy nacida andaluza y he hecho muchísima ficción, en algunas ocasiones me han pedido quitar el acento, pero siempre he luchado por tenerlo. Creo que, en los personajes, los acentos son colores, y ayudan a contar diferentes personalidades. La gente no somos de una manera, somos de muchas, y creo que el acento ayuda mucho para poder identificar cosas. Siempre he defendido mi acento en todos los papeles que he podido. He tenido la suerte de que a mí me han dejado siempre y, concretamente en 'El caso Asunta', tengo que decir que pregunté y dije que si hacía de madrileña, y me dijeron: 'no, no no. Lo que queremos es ver tu color y tu acento, mezclado con el color y el acento de Galicia, porque lo que queremos es gente de verdad'", ha reconocido.
A pesar de que a ella no le suelan poner impedimentos, sabe cómo es la industria, y cree que hay camino por recorrer: "A la hora de defender los acentos, sea de donde sea, creo que ahora todo se ha abierto y se hacen tantas cosas... por suerte, tenemos más apertura a la hora de poder tirar de historias, de colores que, al haber tanto, podemos contar más cosas. Caben los acentos, caben los colores... antes estaba todo un poco más restringido. Para que la gente pueda entenderlo, antes tenía que ser una prácticamente de Valladolid, y la gente no nace con un castellano correcto: la gente, según el momento del día y la hora, tiene un acento u otro. Aunque seas de Madrid", afirmaba con humor. Una lucha que, desde luego, ha abierto y sigue abriendo muchas puertas a las nuevas generaciones de actores.
