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Carmina Barrios es, indiscutiblemente, una bestia de la actuación, pero el gustillo por ser actriz lo tenía completamente dormido. Tuvo que llegar su hijo, Paco León, para despertarlo y mostrar al mundo de lo que Carmina era capaz con su primera película, 'Carmina o revienta', en el año 2012. Y desde entonces no ha parado. Su hija, María León, también actriz, ha sido la que le ha ayudado a profesionalizarse, pero incluso teniendo ella más tablas que su madre ante las cámaras, aún hoy aprende continuamente de ella, y se lo confesaba a María Guerra en el podcast 'La Script': "No tiene ningún tipo de tabú. Empezar con esa edad es lo que le ha permitido poder jugar con tanta libertad".
"Es curioso, porque mi madre y yo entramos a la profesión desde dos sitios muy diferentes. Yo entré desde la pasión, desde las ganas de definirme, era muy joven, quería estudiar... y cuando entré en la escuela de arte dramático descubrí que era un lenguaje que yo entendía. Sentí en mi cuerpo despertar cosas. Mi madre, cuando entró en esto, en su cuerpo ya había despertado todo, y me sorprende, y la admiro muchísimo por ello, porque sé mucho la dificultad y la entrega que uno tiene que tener a la hora de enfrentarse a un personaje, y mi madre, cuando hizo la primera película con Paco, recuerdo que le decía al auxiliar de la claqueta 'qué profesión más bonita tienes'. ¡Al auxiliar! Ella estaba alucinando con todo, no entendía nada, pero se sintió cómoda", desvelaba María León en el citado podcast, por el que también han pasado caras conocidas como Miguel Ángel Silvestre, que contó ahí su sorprendente relación con Javier Bardem.
María, que también se sinceraba sobre las dificultades que ha encontrado por su acento andaluz en el cine o su relación real con su madre y con su hermano, revelaba que sigue alucinando con cómo Carmina se supera en cada proyecto: "Al descubrirlo no dijo 'me vuelvo a lo mío', sino que dijo: 'oye, pues un poquito más, por qué no'... y ahí está la tía, que se disfruta preparándose los papeles. Yo le he enseñado a estudiar, porque ella sabe improvisar, tener la energía del juego. Ella descubrió que, con la edad que tenía, jugaba como nadie. Pero el estudiar, profesionalizarlo, la solemnidad que hay detrás de todo eso, una mujer completamente hecha... es complicado".
María León sobre las dotes como actriz de su madre, Carmina Barrios: "No tiene ningún tipo de tabú"
María siempre supo que quería ser actriz, pero Carmina, una ama de casa con una vida común hasta que a los 58 se puso delante de una cámara, no tenía la misma pasión por actuar que su hija. Ella lo vive desde otro prisma: "Yo creo que ella lo vive desde la libertad que tiene y desde el juego. Creo que la edad, a Carmina, es lo que le ha permitido poder jugar con tanta libertad, porque no tiene ningún tipo de tabú. Eso es un proceso que nosotras como actrices, las que empezamos con 20 y llegamos a los 40, tenemos que aprender, pasar por ahí, independientemente de los trabajos, de los photocalls... con todo eso te tienes que ir haciendo mujer, ir quitando cosas y poniendo cosas. Ella ese trabajo ya lo tenía hecho", se sinceraba.
El descaro con el que Carmina afronta la vida, sin tabúes que le frenen a la hora de actuar, es algo de lo que María sigue aprendiendo: "Hay que ser muy inteligente también para decir 'bueno, pues ahora que lo tengo hecho, ponme a jugar'. Y 'juego porque no tengo miedo'. El miedo es el diablo, siempre lo digo, y ella no tiene miedo. Tiene generosidad y mucho amor, y ella, cada vez que aparece en un lugar, lo que da es eso. Y todo eso se convierte en magia y todo empieza a funcionar. Eso a mí, mi madre, me lo recuerda cada vez que hace un trabajo, y de eso aprendo".
