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Pablo Ojeda, reconocido nutricionista y colaborador de televisión, se sincera sobre su adicción al juego en su libro 'Cuando me alimenté del juego'. "Casi vendo mi riñón por el juego. Me ofrecieron 60.000 euros a la salida de un casino", cuenta. Este miércoles 18 de junio, el dietista, que colabora en 'Más vale tarde' de La Sexta y 'Las Mañanas Kiss' de Kiss FM, se ha sentado en 'Espejo público' para sincerarse sobre su ludopatía y el motivo por el que ha recogido su dura experiencia en su obra. "Es un libro para visualizar una realidad y que se puede caer pero se puede levantar con muchas renuncias y mucho esfuerzo... Nadie ha hablado de adicción al juego en España pero hay 400.000 personas reconocidas y otras tantas no reconocidas pero es una realidad en España", aseguró.
Pablo Ojeda, que escribió un libro sobre alimentación saludable con Virginia Troconis, ha confesado en 'Espejo público' que sus problemas de adicción al juego comenzaron siendo muy joven cuando fue a tomar algo a un salón de juegos y se 'enganchó' a Cleopatra, una máquina tragaperras. El dietista ha dejado claro que "la ludopatía es una enfermedad mental y tu único objetivo es saciar lo que tu mente te pide" y revela que, al ser un descontrol de impulsos, "es muy difícil contarle a otra persona lo que te está sucediendo".
Pablo Ojeda, que vendió el coche de su padre o las joyas de su madre para sufragar sus gastos con el juego, confiesa que, en plena adicción, todo le parecía bien. "En ese momento de adicción te parece hasta una buena idea, le encuentras sentido a todo porque vas a calmar tu sed, es pura supervivencia" y habla de las mentiras que le decía a su familia. "La mentira que más me duele en general es haber mentido a mis seres queridos" y revela cuándo tuvo que contárselo a su familia. "La Policía Nacional se presenta en mi casa y yo no les abro y entonces sé que van a casa de mis padres. Me senté en un sofá con el móvil al lado esperando que pusiera papá y a la media hora sonó el teléfono y era él. Solo me dijo "dime que es mentira venta para acá". Yo entonces ya me había peleado con ellos", cuenta y ahí les cuenta su adicción al juego. "Es una huida hacia adelante, lo cuento no por arrepentimiento sino como una huida. Esa noche es la noche que más tranquilo dormí aunque para mis padres fue la peor de los últimos años", reconoce. "Mi madre y mi padre se quedan callados, creo que en shock pero a los 10 minutos me dijeron vamos a salir de esta que probablemente sea la lección de vida más grande que me han dado", añade.
Pablo Ojeda: "La gente no es consciente del submundo que hay detrás de las adicciones"
En su libro 'Cuando me alimenté del juego', Pablo Ojeda cuenta la escabrosa propuesta que recibió cuando salía del Casino. "Casi vendo mi riñón por el juego. Me ofrecieron 60.000 euros a la salida de un casino. La gente no es consciente del submundo que hay detrás de las adicciones. Hay gente que está esperando a verte salir con la cara desencajada para ofrecerte cualquier cosa... Probablemente nunca se hubiera materializado pero te ponen al límite. En ese momento lo pensé y me pareció una idea extraordinaria porque tu mente no regula, no piensa en las consecuencias", dice.
Pablo Ojeda: "Lo que más me ha quitado el juego no es dinero sino recuerdos"
Pablo Ojeda asegura en 'Espejo público' que, lo que más le duele de sus años de adicto al juego, es la falta de recuerdos. "La falta de recuerdo de algunas cosas, entonces tenía una niña muy pequeña Hay años que no tengo... Lo que más me ha quitado el juego no es dinero sino recuerdos" y que sus hijas, de 12 y 8 años, saben que ha tenido problemas de adicciones. "Son conscientes porque papá se lo ha contado. Yo me divorcié y a mi mujer actual se lo conté el día 1, la verdad siempre por delante. Si mis hijas me dicen "vamos a jugar a esto o aquello" les digo "Papá no puede jugar porque hubo una época de su vida que jugó mucho y no le sentó bien", sin dramatizar pero diciéndoles la verdad".
Pablo Ojeda cuenta que ya no juega a nada "no compro lotería de Navidad" y tiene claro que él sigue siendo ludópata. "He aprendido a gestionar, una cosa que no le gusta a mi madre que lo diga es que soy ludópata rehabilitado de por vida. He aprendido a gestionar el diablo que tengo dormido pero si le doy de comer se puede despertar. Escribir el libro forma parte de la terapia, que todo el mundo lo sepa es para que si alguien me ve jugando me diga ¿Pablo qué haces?", dice.
En el plató de 'Espejo público', Pablo Ojeda estuvo acompañado por el fotógrafo Raúl García, colaborador del programa y que es su cuñado. "Mi hermana lo ha ayudado mucho a él, mucho" y ha explicado cómo se enteró él de su ludopatía. "Yo siempre le preguntaba a ami hermana porque a veces le veía mal y ella me decía que era él el que me lo tenía que contar. Un día fuimos a tomar algo y le pregunté por qué nunca llevas dinero suelto, efectivo y me lo contó y me dijo que iba a escribir un libro y le pregunté si era buena idea y me dijo que sí porque necesitaba soltarlo". Además, el fotógrafo ha revelado que en la famosa partida de póker en la que se planteó vender su riñón por 60.000 euros había una persona muy famosa. "En esa partida en el Casino había una persona muy famosa, ultrafamosa, que le gané la mano. El de la partida de póker es un hombre. Algún día he pensado en decírselo porque me salvó la vida".
