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Aunque el Palacio de la Zarzuela es un edificio institucional, también es la vivienda de los Reyes, y ahora ha salido a la luz de forma totalmente fortuita una zona que no suele ver el público. Ha sido prácticamente sin querer, y es que durante la visita del presidente de Colombia, Gustavo Petro, y su mujer, Verónica Alcocer -con la que contrajo matrimonio en el año 2000-, Felipe y Letizia quisieron recibirles como se merecen en su casa. Para la ocasión, numerosos fotógrafos de medios y agencias fueron acreditados, y 'por culpa' (o, mejor dicho, 'gracias a') la posición en la que estaban organizados, se ha podido ver una parte íntima de la casa de los monarcas.
Durante el paseo desde la entrada hasta la puerta del edificio, los Reyes charlaron animadamente con los representantes colombianos, un momento que quedaba inmortalizado con planos generales que dejaban a la vista la zona posterior del palacio, donde se puede ver parte de una pista de pádel y unos columpios en tonos rojos y amarillos, casualmente los colores más patrióticos.
Todos sabemos el gusto del rey por el pádel, y precisamente se ha dejado ver en varias ocasiones en partidos, y también lo deportista que es Letizia, mientras que los columpios deben de llevar años en Zarzuela, y es que, teniendo en cuenta que la infanta Sofía es la más pequeña de la familia con 16 años, todo parece indicar que se instalaron cuando tanto ellas como sus primos eran más pequeños. Unas instalaciones que también se pueden ver a vista de satélite:
Atrás han quedado las reuniones familiares en las que todos disfrutaban de buena sintonía y en las que los pequeños de la casa jugaban en los columpios y chapoteaban en las piscinas del complejo. Y sí, lo decimos en plural, y es que el palacio principal -zona de trabajo de los reyes y todos los funcionarios de Casa Real, y donde actualmente residen la reina Sofía y la infanta Elena-, cuenta con una con trampolín, pero el Pabellón del Príncipe, la vivienda habitual de Felipe y Letizia (a unos metros de la Zarzuela), tiene otra piscina, esa sí, de uso más privado.
