Su separación y divorcio, los momentos más dificiles de su vida
La infanta Elena abrió las puertas de su despacho en la sede de la Fundación Mapfre, donde trabaja desde 2008 como directora de proyectos culturales y sociales, para conceder una entrevista con motivo de su 50 cumpleaños que celebrará este viernes 20 de diciembre.
Un aniversario como éste siempre da para reflexionar sobre la trayectoria vital de la persona que lo celebra. ¿Cuáles son los momentos más significativos de su vida que ahora recuerda? ¿Cuáles han sido los momentos más difíciles? ¿Y los más tristes?
En mi vida, como en la de los demás, ha habido buenos momentos que recuerdo con cariño y situaciones dramáticas que me evocan tristeza. Pero todas las ocasiones me han ayudado a ir forjando mi carácter y a aprender a solventar las situaciones más complicadas y a disfrutar de las positivas.
Entre los mejores, el más significativo es el de la proclamación de mi padre como Rey de España. Asistí a ello cuando tenía 12 años, junto con mi madre y mis hermanos. Hay también lugar en mi memoria para otras muchas buenas ocasiones: los años pasados con mi familia en casa, en viajes; con mis amigas en el colegio; la emoción de ver a mis hermanos como abanderados olímpicos en Seúl y Barcelona; el terminar mis estudios universitarios: primero como diplomada en Profesorado de Educación General Básica y más adelante como licenciada en Ciencias de la Educación; mi boda, el nacimiento de mis dos hijos.
Lo más triste, el fallecimiento de mis abuelos, la Reina Federica de Grecia, Don Juan y Doña María (Condes de Barcelona). Y, desde luego, todas las ocasiones que me han situado cerca del sufrimiento por las víctimas del terrorismo y junto a los familiares de los afectados por accidentes y desastres naturales.
Y, entre los más difíciles, la decisión de primero separarme y después divorciarme.