Tras dos años y medio de relación y un hijo en común, que nació el pasado 23 de noviembre, Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam se han dado el 'sí, quiero'. La pareja ha sellado su amor con un enlace civil y privado en el palacio Grimaldi, un lugar de postal en el que la hija de Carolina de Mónaco ha brillado con un vestido de novia de lo más especial. Es conocida su pasión por la moda, por eso ha habido muchas teorías sobre el vestido que escogería para su gran día. Sonaban nombres como Yves Saint Laurent, de quien es imagen; Chanel, la marca favorita de su madre, o Giambattista Valli.
Con un maquillaje muy sencillo, el pelo peinado hacia atrás y la raya en medio, Carlota ha destacado por su naturalidad y sencillez en su gran día. Como ha confirmado Anthony Vaccarello, director creativo de Yves Saint Laurent, la hija de Carolina de Mónaco ha confiado en esta casa de modas francesa.
Ha sido Vaccarello el que ha compartido dos imágenes de la novia con su modelo nupcial, un vestido en tono gris piedra con estampado brocado y lazadas en la parte delantera que puede guardar un sentido muy especial: Un homenaje a su abuela, Grace Kelly. Y es que recuerda al traje de chaqueta y falda, también con encaje bordado a mano con hilo de seda diseñado por Helen Rose, un dos piezas que Grace Kelly llevó en su boda civil con el príncipe Rainiero de Mónaco.
Un 'look' nupcial que, sin duda, se convertió en icono y que ahora Carlota podría haber convertido en un bonito homenaje en el mismo día en el que Rainiero hubiera cumplido 96 años.
La pareja ha llegado, al fin, al altar después de que retrasaran sus planes de boda por el embarazo de la nieta de Grace Kelly y de que en enero saltaran los primeros rumores de ruptura al no verse junta a la pareja hasta el Baile de la Rosa, momento en el que dejaron zanjado finalmente que todo iba bien.