Después de vivir el momento más difícil de su vida, al sufrir un infarto de miocardio durante un entrenamiento el pasado 1 de mayo, Iker Casillas ya ha sido dado de alta. De la mano de su mujer, la periodista Sara Carbonero, el portero del Porto salía del hospital CUF Porto donde ha estado ingresado durante 6 días. Visiblemente emocionado e intentando contener las lágrimas, Casillas atendió a los medios de comunicación que se concentraron en las inmediaciones del hospital y para quienes tuvo unas palabras de agradecimiento, siempre bajo la atenta mirada de su esposa, que también se emocionó al oírle hablar.
"Hace unos días tuve un acontecimiento que le puede suceder en cualquier momento de la vida. Me tocó a mí y bueno... Me resulta difícil hablar (estaba muy emocionado), pero estoy muy agradecido porque he tenido mucha suerte", explicó el portero que trató de serenarse sin resultado.
Haciendo gala de su habitual sencillez, quiso agradecer a todas aquellas personas que se han preocupado estos días por su salud "y me han hecho sentir querido", y prometió, ahora que tiene que guardar reposo "tener mucho tiempo para contestar" esos miles de mensajes que ha recibido y que "han logrado sacarme una sonrisa en estos momentos".
Sobre su estado actual tras este gran susto que le ha dado su corazón, el meta mostoleño reconoció "sentirse mejor", pero desconoce cómo será ahora su recuperación y el tiempo que le llevará: "Tengo que guardar reposo un par de semanas o un par de meses, no lo sé, pero me da igual. Lo importante es estar aquí y contarlo. Lo podéis ver. De nuevo quiero agradeceros que estéis aquí esperándome".
También tuvo palabras de agradecimiento para el hospital CUF Porto donde ha estado ingresado, para el personal sanitario y el equipo médico que le atendió al llegar y, por supuesto, a los médicos y empleados de su club, el Porto FC, "que me ayudó a llegar aquí rápidamente y así poder bajar el efecto del infarto. Y, por supuesto a las miles de muestras de cariño que he recibido a través de las redes sociales y de los diferentes ámbitos del fútbol."
Durante estos días que ha estado hospitalizado, Casillas ha confesado que le han servido para ver cómo iba evolucionando su corazón, su cuerpo y su cabeza, que ha tenido que "asentarse" y asimilar todo lo que le ha sucedido. Pero lo importante es que se encuentra bien, con mucho ánimo y ganas de salir de este bache cuanto antes.
Sobre su futuro profesional, Íker comentó que de momento ni se lo planteaba: "No sé qué pasará en el futuro, pero creo que lo más importante era estar aquí y poder transmitir cómo me encuentro. Muchas gracias de nuevo y nos vemos muy pronto".