El colaborador de 'Sálvame' atraviesa uno de sus momentos más complicados, y es que si pensábamos que su guerra abierta con su ex, Makoke, o el enfrentamiento con sus hijos era lo peor que podía pasar, llega la salud y le recuerda que existe... Kiko Matamoros recibía, hace unas semanas, la noticia de que padece varios tumores en la vejiga que le van a obligar a pasar por quirófano el próximo día 6 de agosto, como él mismo ha confirmado. Con los evidentes nervios previos, confesaba estar "razonablemente bien y razonablemente tranquilo a la espera de que se realice la intervención".
A pocos días de la operación, Kiko sigue a pie de cañón, así lo ha demostrado en 'Sálvame', a donde ha vuelto para continuar su trabajo con normalidad como 'defensor de la audiencia'. Pero antes de enfrentarse a temas ajenos, ha tenido que hacer frente a las palabras de su hijo, Diego Matamoros, tras enterarse de su enfermedad.
El hijo del colaborador mostró una actitud de lo más conciliadora pese a sus rencillas del pasado: "Ojalá esto sirva para olvidar lo malo y unirnos de nuevo. Es hora de dejarnos de reproches... Ya no siento rencor por el rechazo, sino por la situación. Me gustaría poder hablar las cosas", comentó en una entrevista para 'Semana'. Aseguró que la salud de su padre es más importante que lo demás: "No puedo desaparecer ante un problema, su salud es lo más importante". Sin embargo, soltó algún comentario que no ha sentado tan bien a Kiko, y es que Diego cree que Kiko tendría que haber llamado a todos sus hijos antes de hacerlo público o incluso de compartirlo con terceras personas, como Marta.
"Marta es la mujer que está a mi lado, que comparte las 24 horas conmigo", se ha defendido Kiko, confesando, además, que si no tienen relación cómo iba a llamarle... Sin embargo, en su intervención en 'Sábado Deluxe' no cerró las puertas a una reconciliación: "Si con la enfermedad puedo mejorar la relación con mis hijos, bienvenida sea", aseguraba emocionado.