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A Mario Vaquerizo no se le agota el sentido del humor ni después de una aparatosa caída de un escenario que pudo ser fatal. Fue hace alrededor de 15 días cuando el artista perdía el equilibrio al descender de una plataforma durante su actuación en Cáceres en el Festival Horteralia, y aunque parecía tenerlo todo controlado, un pequeño traspié acababa con él en el suelo desde varios metros de altura. La mala caída le provocó rotura de huesos de las cervicales y hasta problemas de vista, consecuencias de las que ahora se tiene que recuperar en casa con calma entre visitas al hospital para hacerse pruebas.
Hace sólo unos días volvía a ingresar, esta vez en Madrid, en el hospital Ramón y Cajal para su seguimiento médico, y este lunes por fin ha recibido el alta, un momento que ha querido compartir con naturalidad pero también con crudeza con los reporteros que le esperaban a las puertas de su céntrico domicilio: "La esencia de Mario Vaquerizo sigue siendo la misma: reírse de uno mismo, tener sentido del humor, dar gracias a Dios porque estoy aquí... porque podría no haber estado aquí. La caída podía haber sido mortal, o me podía haber quedado en una silla de ruedas. Así que nada, que estoy feliz, porque me he dado cuenta de que todo el mundo me quiere, y le agradezco a todo el mundo esas muestras de cariño", afirmaba con su cuello inmovilizado aún por un collarín. Podrás ver todas sus palabras en el vídeo de la parte superior. ¡Dale al play!
Contento por este nuevo alta, sabe que "las cosas de Palacio van despacio", aunque no descarta seguir trabajando de la manera en que pueda, aunque, eso sí, lejos de los escenarios durante un tiempo: "Estoy ya por fin en casa, me han dado el alta. Sigo en estado de observación, porque me tienen que hacer varias pruebas más. La recuperación va a ser muy tranquila, muy espaciada, ya voy a dejar de trabajar durante un par de meses. Me dedicaré a hacer cosas muy puntuales, que me permita un poco esta nueva situación, que es tener mucho reposo y recuperar la vista, porque la vista está ahí ahí", se sinceraba, pues le han diagnosticado retinopatía de Purtscher, una pérdida de visión provocada por el traumatismo. "Me ha dicho la oftalmóloga que es cuestión de tiempo, y que según sea el paciente, pues así reacciona de una forma u otra. Y yo, como soy muy pesado y yo todo lo que pretendo y lo que he buscado en la vida lo he conseguido, pues voy a conseguir volver a ver con nitidez", decía con fortaleza. ¡Ánimo, Mario!
