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Nerea Garmendia es, probablemente, una de las mujeres más felices del mundo en estos momentos, y es que está cumpliendo su sueño de poder tener un hijo. La actriz anunció que se había quedado embarazada a finales de 2024, y ahora espera la llegada de su bebé previsiblemente para finales de marzo o principios de abril. Mientras piensa en nombres de niño y en nombres de niña, o en los productos que le harán falta para su bebé como madre primeriza, está con unas ganas enormes de poder verle la carita y tenerle en sus brazos, y sigue haciendo vida normal y trabajando a pesar de estar ya de 8 meses. No escondía su felicidad al amadrinar un acto de la Fundación Fenin, de apoyo a la tecnología sanitaria que nos facilita y alarga la vida: "Está siendo una pasada, está siendo maravilloso estar embarazada", contaba a la Prensa allí reunida con una sonrisa de oreja a oreja.
Confesaba que hace 15 años empezó a escuchar que se podían congelar óvulos, y no se lo pensó dos veces. Unos óvulos que ahora le han venido como caídos del cielo al ver que tenía algunos problemas reproductivos, y los ha usado para una fecundación in vitro: "Gracias a la tecnología sanitaria yo, cuando tenía 30 años, me enteré de que existía la posibilidad de congelar óvulos, y no lo sabía porque muchas veces estamos desinformados, y gracias a esa congelación he podido ser mamá porque yo tengo un quiste en un ovario y naturalmente yo no podía quedarme embarazada. Yo le debo todo a la tecnología sanitaria", apuntaba también.
Ahora ya vive lo bonito del embarazo, aunque reconoce que en todo momento ha sido un proceso sin molestia alguna, algo que contrasta con el 'martirio' que supone 4 largos años de tratamientos, pruebas e inyecciones para que su cuerpo estuviera listo para un embarazo: "El embarazo está yendo tan bien que me siento un poco hasta mal, porque veo un montón de mamás que lo están pasando fatal, y yo es que no tengo queja. Antes de ayer me hice la prueba larga de la glucosa, casi todo el mundo vomita, o tiene náuseas...y yo nada. Y también he tenido la suerte de poder trabajar hasta que yo he decidido parar, que es fundamental, porque la conciliación empieza cuando te quedas embarazada, y no todo el mundo tiene esa suerte de tener un trabajo donde le respetan hasta que ella decida parar".
Nerea Garmendia no esconde su duro proceso para quedarse embarazada
A pesar de que todo va ahora, como ella dice, "como la seda", el camino no ha sido fácil: empezó con el tratamiento a los 41, tras un tiempo intentando tener un bebé y no poder, y lo culmina a los 45, aunque nunca se le pasó por la cabeza tirar la toalla: "Poder venir aquí embarazada, y poder compartir este momento, para mí es muy especial. He luchado muchísimo para poder quedarme embarazada, y poder ser embajadora de la tecnología, que es la que ha conseguido que yo hoy esté aquí embarazada, pues es un sueño", afirmaba feliz, un sueño que comparte con su chico desde que se conocieron: "Cuando llevábamos un mes ya me dijo 'quiero ser padre, y quiero ser padre contigo'. Quisimos esperar un año, porque llevando un mes no nos pareció muy coherente, porque no nos conocíamos y no nos parecía prudente, y ahí es cuando nos pusimos, pero hemos necesitado 4 años".
