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Estamos acostumbrados a ver a Tamara Gorro con una sonrisa, pero nos ha tenido "engañados" durante mucho tiempo, porque por dentro estaba destrozada. Ahora, lo verbaliza y se ha atrevido a contarlo en su nuevo libro, 'Ahora que vuelvo a vivir' (Harper Collins). Mujer trabajadora, familiar y muy buena amiga, la madrileña confiesa que estuvo a punto de quitarse la vida por la depresión que estaba viviendo. Algo le hizo no hacerlo. Realmente, no lo hizo por sus hijos, Shaila y Antonio, por los que se desvive. Y también comparte sus secretos de belleza.
'Ahora que vuelvo a vivir', ¿por qué?
Porque jamás pensé que podría escribir este libro, porque pensaba que iba a morir. Yo creía que la depresión me llevaba por delante. Ahora lo puedo hablar. He vuelto a vivir tras superar la depresión. Yo estoy curada, pero se cuánto tiempo he estado con ella.
Los que hemos estado convivido contigo estos últimos años, no sabíamos nada. Nos tenías engañados.
Es que no decía que estaba mala, porque no sabía qué me pasaba. Empecé a ir al psicólogo y después al psiquiatra. Cuando empiezan mis pensamientos negativos es cuando me alejo de todo, incluso de mis hijos.
¿Sabes los motivos de esa depresión?
Yo lo he pasado muy mal. Claro que sé los motivos. Principalmente, yo no sabía quién era. Yo no estoy hablando del personaje público, estoy hablado de mí. No diferenciaba entre el personaje y la Tamara real. Estoy harta de leer que mi depresión fue por mi separación de Ezequiel (Garay). Eso no es real. Yo en este libro hablo de Tama, no de Tamara Gorro.
¿Te comió el personaje?
Es que realmente nunca supe quién era yo. Yo buscaba la aceptación de los demás, incluso con mi propia gente. Yo he tenido una infancia muy feliz, pero también muy dura.
¿Cómo fue pasar la depresión con tus hijos?
Yo me tuve que alejar de ellos. Yo no quería que me lo notaran.
Pero incluso piensas en quitarte la vida.
A mí me la salvaron ellos. Eso fue un episodio tremendo. Sé que era un acto de egoísmo. Me acuerdo que fue en mi oficina y solamente pensaba en darme de baja de la vida. Yo lloraba tanto, que incluso me ahogaba. Pero algo pasó por mi cabeza y vi las fotos de mis hijos. Me acuerdo que la vecina de enfrente me estaba viendo por la ventana y gritaba: ¡Para!'.
¿Y a partir de ahí?
Es en ese momento cuando empiezo a ir para arriba, con la ayuda de mi psiquiatra.
Hablas de complejos.
Yo he sido una mujer con inseguridades y complejos. Yo ahora me admiro un montón. A día de hoy, no tengo complejos, pero abrazo mis inseguridades. Antes me daba igual pagar las vacaciones a la gente que me rodeaba, con tal de que me quisieran. No me arrepiento de haberlo hecho, porque lo volvería a hacer.
¿Era comprar el cariño?
Yo he comprado el amor de la gente. Ahora ya no, y entiendo que la gente me quiere. También te confieso que he quitado a mucha gente de mi vida. Sentirse sola es muy jodido, pero aceptar la soledad es prioritario.
Eres muy activa en redes sociales. ¿Te han ayudado?
Lo hablo en el libro. Yo no voy a culpar a las redes, porque mentiría. Yo tengo un trastorno de alimentación y estoy en proceso de curación. Buscaba la aceptación, y cuando subía una foto me escribían qué guapa estaba y qué tipazo tenía, cuando estaba pesando 50 kilos. Me anclé a eso y realmente me engañaba. En las redes sociales hay gente muy mala y yo fui tonta porque me guiaba por lo que me decían.
¿Qué quieres enseñar a la gente con este libro?
Que hay esperanza y salida para todo, menos para la muerte. Que se puede salir de la depresión, pero tienes que pedir ayuda. También hay que reconocer que la vida son problemas, más o menos graves. Que se muriese mi abuelo fue muy duro para mí, pero lo supe gestionar.
¿Tu madre y tu abuela, cómo han vivido todo esto?
Lo han sufrido mucho, porque han vivido todo. No me dejaban en casa sola, porque tenían miedo. Crearon una red de seguridad.
¿Y ahora?
Mi objetivo es seguir adelante y no volver a caer.
Búscate un novio.
Esa no es la solución. La solución soy yo. Yo me amo. Ahora me valoro mucho, y eso que tengo más defectos que virtudes. Antes era muy diferente y he tenido un crecimiento muy grande. Por eso, te digo que un hombre no es la solución. De hecho, no ligo. Desde que me separé, no me habéis visto con ningún chico. Nos separamos hace ya tres años y entre nosotros siempre existirá un gran cariño.
¿Fue un fracaso?
Dejé de creer en el amor. Soy muy clásica y creía que el amor era para toda la vida.
¿Por qué no ligas?
Es que no se acercan a mí. No ligo.
No seas tan antigua, porque puedes acercarte tú.
¡No! Yo sé qué quiero y sé lo que no quiero. Yo he vivido un amor real con Ezequiel, me he sentido muy amada y protegida. ¿Cómo se 'entra' a alguien?
Pero tú eres muy abierta.
Sí, pero no sé. Ahora, sé la etapa de mi vida que estoy viviendo. Estoy centrada en cuidar a mis hijos, centrada en mi familia y mi trabajo.
¿No temes arrepentirte el día de mañana?
Ya me arrepiento de eso, pero es mi vida. Yo no soy de salir de fiesta, pero me encanta dar de cenar a mis hijos y acostarles. Todavía no he encontrado la motivación para salir en ese sentido.
¿Profesionalmente te ha afectado la depresión?
Por supuesto. Muchas marcas dejaron de trabajar conmigo. Lo entiendo, porque cuando estás inestable… Por ejemplo, el programa de Sonsoles Ónega (Antena 3) me dio mucha vida y es la primera vez que en televisión soy yo misma.
Te identificaban con Telecinco.
Claro y me lo he tenido que trabajar. Me he currado y estoy enamorada de mí. No quiero que suene narcisista. Ahora disfruto de todo, incluso de masturbarme.
¡Masturbarte!
Claro. Encima que no ligo. Pero disfruto hasta de discutir con una amiga y pedir perdón.
¿Añoras presentar TV?
No me siento valorada. Sé muy bien de dónde vengo: de un reality. Tenía que llevar dinero a casa y cogí la vía fácil. Pero luego me formé con profesionales como Jesús Hermida. Puedo hacer también debates políticos. Sé lo que valgo.
¿Has triunfado más empresarialmente que en TV?
¡Sin duda! Soy muy trabajadora y he sabido crear mi propio equipo.
¿Has ganado dinero?
Me lo he trabajado, pero te confieso que soy una rata para mí; me cuesta gastarme el dinero en un bolso.
Tamara Gorro posa con el equipo de Diez Minutos
Nos citamos con Tamara Gorro en el Hotel UMusic Madrid
Quedamos con Tamara en el Hotel UMusic Madrid, en el corazón de Madrid. Está ubicado junto al icónico Teatro Albéniz. Este alojamiento de cinco estrellas tiene una extensa oferta musical, con artistas internacionales. Además, cuenta con un restaurante con las recetas más atrevidas.
Estilista: Patricia Figuera | Maquillaje: Cristina Aparicio | Peluquería: Mariola Sánchez | Agradecimientos: UMusic Hotel Madrid. C/ de la Paz, 11. Tel.: 911 231 099. www.umusic-hotels.com
Daniel I. Carande lleva dos décadas en el mundo de la prensa del corazón. Con veinte años comenzó su andadura en la revista Diez Minutos, donde continúa cubriendo las mejores fiestas de nuestro país, hace diferentes reportajes y entrevistas a los rostros más conocidos de nuestro país. Durante unos años, compaginó su actividad en la prensa escrita en la revista ¡Qué me dices!.
La radio también se ha cruzado en su camino. Desde hace diez años, es uno de los colaboradores en la sección radiofónica de ‘Crónica Rosa’ de ‘Es la mañana de Federico’ programa presentado por Federico Jiménez Losantos en Esradio.
Además, también ha participado en diferentes programas de televisión como ‘Las mañanas de Cuatro’, ‘Las mañanas’ (La 1 de TVE), ‘Estando contigo’ (Canal Castilla La Mancha) y actualmente es uno de los colaboradores del programa de Antena 3 ‘Y ahora, Sonsoles’, presentado por Sonsoles Ónega.
Estudió Periodismo en la la Universidad San Pablo-CEU de Madrid. Y desde el principio tenía claro que lo suyo era comunicar y colarnos en la vidas y casas de los famosos más relevantes de nuestro país gracias a sus crónicas y a sus entrevistas.