- Las presentadoras españolas más guapas de televisión
- Gran belleza y gran voz: los cantantes españoles más guapos
- Las reinas de la televisión: así son las mejores presentadoras y más influyentes de nuestro país
La presentadora Isabel Gemio ha tenido un verano algo movido, y es que hace unas semanas salió a la luz que su hijo mayor estaba ingresado en el hospital. El joven, de 28 años, fue diagnosticado de pequeño con una enfermedad rara, distrofia muscular de Duchenne, con la que convive no sólo él, sino toda la familia que tiene alrededor. La propia Isabel, animada a buscar una solución, creó hace casi dos décadas la Fundación Isabel Gemio para dar voz a enfermedades como ésta y recaudar fondos para su investigación, pero mientras llega una cura o un tratamiento efectivo, continúa con sus desvelos, de los que habló en su libro 'Mi hijo, mi maestro', publicado en 2018: "Hace 25 años, después de un año de pruebas durísimas, los médicos me dicen que mi hijo sufre una distrofia muscular de Duchenne. Me quedé de piedra, con mi hijo en brazos", contó a la periodista Pilar Vidal en el podcast 'Drama Queen'. "Los médicos son un poco brutos, les falta psicología. Te dicen que estos niños se mueren a los 15 años y no te da tiempo a procesarlo".
Ahora, tras varias idas y venidas al hospital este verano, Isabel ha vuelto al trabajo con las pilas cargadas y con ganas de enfrentarse a la su vuelta a la radio con su nuevo programa en las noches de Radio Nacional de España (RNE), 'El último tren' (23,30): "Estuvimos un poquito así", explicó a las cámaras de Europa Press cuando le preguntaron por sus vacaciones. "Ya ha salido por ahí, por eso no me importa. El mayor, unos días ingresado... pero no me gusta hablar de ello. Son cosas que pasan, y las madres y las familias que tienen estos enfermos en casa saben que es muy habitual el pasar días en un hospital", explicó.
Isabel Gemio vuelve al trabajo en RNE y habla del ingreso de su hijo
Completamente entregada a sus dos hijos, pero especialmente al mayor por sus problemas de salud, no dudó en estar a su lado en todo momento: "Hay que estar, no queda otra", afirmó, antes de dejar claro que, tras este susto, ya se ha recuperado: "Ya está bien, todo está bien", dijo aliviada, aunque también se sinceró sobre su vuelta al trabajo tras 8 años sin pisar la radio: "(La franja nocturna) me pareció muy bien porque me da el tiempo y el tono que yo quiero tener ahora en estos momentos. Es decir, tranquilidad para charlar y para escuchar a la gente. Es un poco ir contra los tiempos. Los medios de comunicación estamos impregnados de la prisa. Y el ritmo es una cosa y la prisa es otra. Yo no quiero aburrir. Tengo el ritmo aquí en la cabeza. Me enseñaron mis maestros de la radio que el ritmo es importante cuando crees que ya no interesa lo que estás diciendo o que se está terminando. Pero hay que tener tiempo relajado para hablar de cosas interesantes", explicó emocionada.









