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Hay muchas cosas que recuerdo con especial cariño de casa de mi abuela, pero algunas se han quedado grabadas en el fondo de mi corazón. Es el caso de su vajilla ámbar de Duralex, que siempre tenía impoluta, de sus platos de latón que chocaban con el tenedor al batir el huevo, de sus manteles tejidos a mano y de la colcha que nos salvaba a mis primos y a mí del frío del invierno y el frescor de las noches de verano.
Esta colcha había sido tejida a mano expresamente por la madre de mi abuela (mi bisabuela) y a día de hoy sigue igual que entonces (aunque ahora la tiene mi prima). Me consta que esa colcha tejida a mano no solo estaba en casa de mi abuela, sino en la casa de muchas familias de la época.
Una colcha de ganchillo tejida panel por panel en diferentes colores que, después, se unían entre todos para formar la pieza completa. Esto permitía, tal y como pasaba con la de mi abuela, otorgar mucha creatividad: aunque el fondo era crudo, cada flor tenía un color alegre como fucsia, azul, verde o amarillo.
Después de mucho tiempo buscando una que me recordase a aquella, he dado con una prácticamente igual y lo mejor es que sigue siendo tejida a mano, es de un tamaño considerable y es súper delicada.
La colcha de ganchillo como la que tenían las abuelas
Lo que más me gusta de esta colcha es su precio, pues no pasa de los 40 euros, y que es prácticamente igual que los que, posiblemente, todos recordemos de casa de nuestras abuelas.
Mide 60 x 80 cm, por lo que es perfecta para usar como colcha en una cama individual o, incluso, para usar como manta de sofá en el verano y en el invierno.
Está tejida a mano con un punto trenzado hueco y hecha con material acrílico, así que eso le hace también muy delicada: solo se puede lavar a mano y secar en plano y al aire (nada de secadoras ni de colgarla de las cuerdas de tender).
Además, a diferencia de la de mi abuela, que solo era cruda con las florecitas en colores, está también está disponible con el fondo negro, que aporta un toque extra de elegancia. Y en este caso, además, cada flor está tejida en tres colores diferentes, así que tiene más mérito todavía.
