¡Al agua patos! No cabe duda de que el mejor remedio para combatir las altas temperaturas del termómetro y el sofocante calor del verano es con un refrescante baño en la playa o la piscina. Sin embargo, a muchas embarazadas, sobre todo a las primerizas, se les plantea la duda de si es conveniente bañarse en la piscina o en el mar durante el embarazo.

Es cierto que hay que tener algunas precauciones o seguir algunas recomendaciones para disfrutar de la piscina o la playa durante el embarazo. Aclaramos dudas.

¿Me puedo bañar en la piscina o la playa si estoy embarazada?

Ante todo calma, porque la respuesta a esta duda o pregunta es directa: Sí, se puede y, además, hasta el final del embarazo. Sin embargo, hay que matizar: si se trata de una gestación normal sí, se pueden realizar actividades tanto en la piscina como en la playa, pero si es un embarazo en el que hay que guardar reposo, entonces no.

mujer embarazada en banador de rayas
Manu Vega//Getty Images

Beneficios de los baños en la piscina o la playa durante el embarazo

Además de los evidentes, como que ayuda a combatir el calor, refresca y mejora la sensación de pesadez de las embarazadas, bañarse en la playa o la piscina durante el embarazo tiene otros beneficios, tal y como explica la matrona y consultora internacional de lactancia Naza Olivera, conocida en redes como @comadronaenlaola en sus redes sociales:

- Alivia el edema, la hinchazón, las varices vulvares, y favorece la movilidad.

- El agua es un excelente medio en el que moverse en el embarazo y mantenerse activa.

- Disfrutar de un poco de sol de forma saludable es beneficioso: "Los niveles de vitamina D en el tercer trimestre de la madre determinan los valores de la del bebé al nacer. La vitamina D baja aumenta el riesgo de alergias, dermatitis, asma, defecto del esmalte dental y altera la microbiota del bebé", señala en Instagram la experta.

- La sensación de disfrutar de la flotabilidad y la ingravidez que proporciona el agua es muy agradable.

A estos beneficios la experta Diana Cuenca, Especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital de Torrejón de Ardoz (Madrid) también añade que:

- Permite realizar ejercicio físico en descarga disminuyendo las molestias en la espalda, mantener una buena tonificación y elasticidad.

Mitos sobre los baños en playa y piscina embarazada

Olivera también desmonta algunos mitos y ofrece algunos consejos para disfrutar del baño sin riesgos:

- No, el agua no entra en el útero.

- No hay mayor riesgo de infección.
- En caso de tender a las cándidas se puede cambiar a un bañador seco al salir del remojo.
- "Lo de romper la bolsa mientras te bañas, de verdad que es rocambolesco, pero venga vale, pues ya te darías cuenta al salir. ¡No hay tanta fragilidad en el embarazo!", asegura.

Otro mito extendido, sobre todo en mujeres que se encuentran en el segundo trimestre, es que los baños pueden desencadenar un parto prematuro, pero, a no ser que exista un alto riesgo del mismo o algún problema como una hemorragia procedente del útero, no habría inconveniente en sumergirse en el agua si no existe una contraindicación médica.

Teniendo todo lo anterior en cuenta, planta cara al calor a remojo sin riesgos ni preocupaciones.

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Periodista especializada en parenting y familia, educación y salud. También tengo un largo recorrido y disfruto escribiendo sobre belleza y moda femenina.


Me encanta comunicar, contar historias e informar, por eso me decanté por el periodismo, pero también porque disfruto aprendiendo cada día.  


Me licencié en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y compaginé después mi faceta profesional con el estudio de un máster especializado en periodismo multimedia. Desde entonces he pasado por diversos medios, seguí formándome y amplié mi pasión por el mundo online estando al frente de las webs de revistas como Ser Padres y Mía, entre otras. 


Soy amante de la lectura, la poesía, me encanta viajar, descubrir y, sobre todo, disfruto si mis artículos ayudan a los lectores a solucionar dudas y a hacer su día a día un poquito más ameno y fácil.