Esta semana, en 'La Promesa', la desaparición de Ramona no solo había afectado a Curro y Jana, sino también a todo Luján. María Fernández, atrapada entre el amor de Salvador y Lope, había sugerido una solución que beneficiara a los tres. Martina, por su parte, había obedecido a su madre y había pedido a Antonio de Carvajal y Cifuentes que regresara a La Promesa para consolarla tras la pérdida de su padre.

Abel había continuado intentando averiguar la naturaleza de la relación entre Jana y Manuel, mientras había ayudado a Jimena a llevar a cabo su plan de fingir el malogro de su embarazo. Carlos había vuelto de su viaje, y aunque lo había negado, Candela se había dado cuenta de que le pasaba algo. Mientras Lope y Salvador habían acordado ceder a las pretensiones de María Fernández de volver a ser amigos, Teresa había seguido rechazando a Mauro y había propiciado un acercamiento con Feliciano. Pía había sabido, gracias a Rómulo, que quien estaba detrás del secuestro de Dieguito no era otra que la marquesa.

La llegada sin previo aviso de Pelayo Gómez de la Serna y Antonio de Carvajal y Cifuentes había puesto patas arriba La Promesa. Se había tratado de una nueva jugarreta que Margarita le había hecho a Cruz. La marquesa había rabado, y solo Lorenzo había conseguido que templara el ánimo. Abel había ayudado a Jimena con su plan de fingir un aborto a espaldas de Manuel, que había estado muy preocupado por su hijo nonato después del último accidente de su esposa.

Antonio de Carvajal y Cifuentes le confesó a Martina que no iba a haber boda

Aunque Alonso había accedido a que buscaran a Ramona en los terrenos de La Promesa esta había seguido sin aparecer. Jana y Curro habían estado cada vez más preocupados, ya habían sido muchos días sin saber de ella. Catalina le había contado a don Pelayo el negocio que tenía con las mermeladas y le había pedido que le guardara el secreto. Pía, por fin, se había armado de valor y había chantajeado a la marquesa, cuya reacción había sido imprevisible. Curro había escuchado a don Antonio hablando por teléfono y había advertido a Martina en contra del principito.

Alertada por Curro, Martina había pedido explicaciones a don Antonio de Carvajal y Cifuentes, y este le había terminado confesando que no iba a haber boda. Por lo visto, la garden party de La Granja había sido un examen al que sus padres habían sometido a Martina... Y no lo había aprobado. Las partidas de búsqueda para encontrar a Ramona no habían cesado... Y esta vez habían conseguido algo: el morral de Ramona, del que nunca se había separado. La marquesa finalmente se había avenido a aceptar las condiciones del chantaje de Pía: su silencio a cambio de la manutención y formación de Dieguito. Pero lo que jamás se esperaba el ama de llaves era que doña Cruz se guardaría un as en la manga.

Headshot of Pilar Martínez

Pilar Martínez es periodista especializada en contenidos de televisión y cultura, se graduó en la carrera en Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid) en el año 2018. Desde entonces ha pasado por las redacciones de Ecoteuve (El Economista), donde realizó sus primeras prácticas durante el verano del 2016.

Posteriormente, concretamente, en el año 2017 se pasó al grupo Hearst España, donde comenzó su andadura en las revistas de televisión: Supertele, Teleprograma, Telenovela. Ahora colabora con Diez Minutos, en su versión web, donde se encarga de realizar los avances semanales de las ficciones diarias de moda, así como entrevistas y artículos sobre los melodramas o telenovelas que aterrizan en nuestro país y aquellos que están por venir.

Toda una cazadora de exclusivas. A esto, se suma su puesto como redactora jefe de la sección de novela narrativa en la revista Culturamas, medio digital de alto impacto al que lleva unida desde el año 2013. Ávida lectora, cinéfila y seriéfila de primer nivel, ha hecho de su vocación su oficio.