El rey Juan Carlos ingresaba este viernes 23 de agosto a última hora en la clínica Quirón de Pozuelo de Alarcón para ser intervenido del corazón. Poco antes de las diez de la noche, el rey emérito llegaba en coche, saludando a los medios presentes con una gran sonrisa y transmitiendo una imagen de serenidad, a este centro en el que, este sábado, será sometido a una cirugía cardiaca de la que no han trascendido más detalles. De copiloto con una camisa rosa y una chaqueta en color beige, don Juan Carlos ingresaba en el centro hospitalario muy tranquilo y animado.
Los medios congregados desde este jueves en las puertas de la clínica Quirón de Pozuelo de Alarcón se han interesado por conocer el estado del monarca. Y la respuesta del rey Juan Carlos ha sido 'me veis a la salida', dando a entender que todo dependerá de cómo salga la operación cardíaca a la que será sometido este mismo sábado 24 de agosto. El rey Juan Carlos se sometió los días 11 y 12 de junio a una exhaustiva revisión médica cuyos resultados arrojaron la necesidad de operarle del corazón. Según la Casa Real, las pruebas realizadas constataron la necesidad de programar la intervención para finales de agosto, por lo que no parece ser una operación urgente.
El anuncio de esta intervención ha cogido por sorpresa ya que el padre de Felipe VI estaba viviendo un verano activo y lleno de buenas noticias. Tras su acercamiento a doña Sofía, con quien le vimos visitando la escuela de tenis de Rafa Nadal, viajó a Finlandia donde se proclamó campeón mundial de 6 metros a bordo del Bribón 500. Además, el rey Juan Carlos ha pasado parte del verano en su retiro de Sanxenxo, en Galicia, donde ganó otra regata y contó con el cariño y apoyo de su esposa y de la infanta Elena, su hija mayor.