Muy tímida. Así se ha mostrado la princesa Carlota en su primer día de colegio al ver que gran parte de la prensa británica se encontraba a la espera de su llegada. A primera hora de la mañana del 5 de spetiembre, los duques de Cambridge llegaban al Thomas's Battersea de Londres en compañía de sus dos hijos mayores. El príncipe Jorge miraba inquieto su colegio de la mano de su padre mientras que la princesa Carlota, de apenas cuatro años, solo podía ver las decenas de fotógrafos que se encontraban frente a ella y no pudo evitar esconderse tras las faldas de su madre, Kate Middleton. La duquesa, muy guapa con un vestido floreado y con la melena suelta en un color algo más claro de lo habitual, soltó una espontánea carcajada al ver la reacción de su hija de primera hora de la mañana. Muchas emociones diferentes para un solo día y más cuando se trata de una hora tan temprana.
Después de algunos gestos, Kate Middleton invitó a su hija a saludar a la prensa y, aunque al principio la costaba mucho, los fotógrafos pudieron captar finalmente a la princesa saludando con la mano y sonriendo, gestos que ya son ampliamente conocidos de la joven para los que ya son unos viejos conocidos. Mientras, el príncipe Jorge mira curioso todo el colegio al que regresa después del verano.
Carlota y Jorge de Cambridge acuden al Thomas's Battersea de Londres, un exclusivo colegio escogido especialmente por los duques a solo 30 minutos del palacio de Kensington y cuyo lema es "sé amable". El centro cuenta con una alta cuota de matrícula y es descrito como "feliz, dinámico y vibrante". Tanto que la propia profesora fue la encarga de recibir a la pequeña en el patio para darle la bienvenida y acercarla al interior de las clases donde pasaría su primer día rodeada de sus nuevos compañeros.
La dicharachera y espontánea princesa no ha dudado en seguir a su maestra y abandonar el patio para incorporarse a la que será su nueva rutina para la que irá ataviada con su nuevo uniforme escolar.
El palacio de Kensington ha compartido una imagen de los dos hermanos, muy sonrientes, antes de su primer día de colegio. Jorge y Carlota estaban monísimos con sus uniformes y encantados.
