El actor Arturo Fernández falleció, a los 90 años, el pasado 4 de julio. Su muerte ha dejado un gran vacío y es que era uno de los grandes de la escena, pero también era todo un caballero, que se ganó con su elegancia el cariño del público. El pasado miércoles, 17 de julio, en la Basílica de Jesús de Medinaceli, en Madrid, tuvo lugar su funeral. Fueron muchos los familiares y amigos que se dieron cita y, entre ellos, cabe destacar la presencia de Carmen Quesada, su viuda, que salió de la iglesia de la mano de María Isabel Sensat, con la que el intérprete estuvo casado once años y con la que tenía tres hijos.
Entre los rostros famosos que se acercaron a darle el último adiós se encontraba la periodista Mariló Montero, la empresaria Fiona Ferrer, que llegó acompañada de Mónica Martín Luque, ambas de negro; Nuria González, esposa de Fernando Fernández Tapias; el empresario Enrique Cornejo, los actores Goyo González y Pepe Ruiz o la escritora Carmen Posadas.
También s dejaron ver por allí Marisa de Borbón, la cocinera Pepa Muñoz, la actriz Belinda Washington, la periodista Nieves Herrero, la socialité Carmen Lomana, el empresario Enrique Cerezo y el colaborador del programa ‘Espejo Público’ Albert Castillón. Todos ellos se mostraron muy apenados por el fallecimiento del gran señor del teatro, el cine y la televisión, que se hizo famoso con expresiones como “chatina”.
Después de llevar varios días ingresado en un hospital madrileño, la pasada madrugada del 4 de julio, el corazón de Arturo Fernández dejó de latir, tal y como confirmó su esposa. Era la tercera ocasión en la que el mítico actor se encontraba ingresado en lo que llevábamos de año, después de haber sufrido graves problemas de estómago y de romperse una pierna tras una aparatosa caída en mayo que le obligó a alejarse de los escenarios.
A pesar de haber cumplido 90 años el pasado febrero, Arturo Fernández no se planteaba jubilarse ni retirarse de los escenarios. No en vano, celebró su último cumpleaños sobre las tablas.
El galán de la escena española estaba casado con Carmen Quesada a la que conoció cuando él tenía 50 años y ella 21 y estaban juntos desde entonces. De su primer matrimonio con Isabel Sensat tenía tres hijos, María Isabel, Arturo, y María Dolores, que le habían dado cuatro nietos.
Nacido el 21 de febrero de 1929 en Gijón, debutó como actor de teatro en 1950 y su sonrisa conquistó a todas sus compañeras de reparto como Lina Morgan, Carmen Sevilla o Isabel Pantoja. La televisión le hizo muy popular en los años 90 y su serie 'La casa de los líos' popularizó su 'chatín' durante las seis temporadas que estuvo en antena.
Todo un 'dandy', paseó su estilo por los escenarios de medio mundo y, precisamente, en el teatro representó su última obra, 'Alta seducción'. En los comienzos de su carrera trabajó con las mejores actrices del momento, como Lina Morgan, en su recordada 'Tonta del bote', o Carmen Sevilla, en 'Camino del Rocío'.