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Vicky Martín Berrocal siempre ha sido una persona a la que no le ha importado mojarse. La hemos visto compartir sus secretos de belleza, la hemos visto realmente enfadada al ser protagonista de una estafa, la hemos visto también estallar contra quienes la insultan llamándola 'gorda'... y ahora también se ha sincerado en su conversación más sexual en el programa 'TardeAR'. La diseñadora fue fichada como colaboradora por Ana Rosa Quintana para su nuevo programa en las tardes de Telecinco, y en la mesa social, entre los colaboradores, está ella, que no se corta un pelo a la hora de hablar ni de lo más íntimo.
De hecho, este mismo martes, hablando sobre relaciones de pareja y relaciones sexuales, Jorge Luque soltaba una información terrible: "¿Cuántas mujeres casadas creéis que no llegan al orgasmo? No llegan al orgasmo el 68% de las mujeres casadas", revelaba, ante lo que Vicky, sin cortarse, respondía: "Hay muchas mujeres que no saben ni lo que es, que no han tenido un orgasmo nunca".
Un dato nada halagüeño que además iba acompañado de otro: un nuevo estudio ha demostrado que a los 7 años de media, muchas parejas tienen una gran crisis, las relaciones sexuales disminuyen y son más proclives a buscar amantes. "Pues chico, si no llegas al orgasmo, divórciate, es que no te vale. Y perdona, no hay que esperar 7 años...", afirmaba Ana Rosa Quintana, sin saber que la propia Vicky estaba dentro de esa estadística, y dejaba a todos mudos al revelarlo. Precisamente ella está divorciada de Manuel Díaz 'El Cordobés', y sólo unas horas antes su hija en común, Alba Díaz, confesaba lo duro que fue para ella el divorcio de sus padres.
"Te voy a decir una cosa, yo no me escondo, yo he fingido un orgasmo, muchas veces. Lo siento, ¿qué queréis que os diga? Es mi verdad", señalaba Vicky, que se tuvo que enfrentar a Xavier Sardà después de que el público aplaudiera a Vicky: "¿Qué pasa con ese tipo de aplausos? Esta señora ha fingido orgasmos con pobres hombres engañándoles. Además, ahora tienes esa cosita que vibra. No des tanta pena, que si tienes eso, ya estás tranquila, mujer", espetaba él, ante lo que Alaska no se quedaba callada: "Pobres los hombres no, pobre ella", le respondía, y Berrocal zanjaba: "No quiero dar pena, simplemente estoy hablando de mi verdad".
