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No se puede decir que Kiko Rivera e Irene Rosales no lo hayan intentando, y es que, a pesar de que este 27 de agosto se ha conocido la noticia de su ruptura, confirmada por ellos mismos, la ya ex pareja llevaba 11 años de relación contra viento y marea, 9 de ellos casados, y con dos preciosas hijas en común: Ana (de 9 años) y Carlota (de 7). Los dos han querido ser claros con esta separación: lo han dejado de forma bilateral, han negado que detrás de los motivos haya terceras personas, y han señalado que seguirán teniendo buena relación por el bien de sus pequeñas. Así lo señalaba el propio DJ en un comunicado minutos después de salir a la luz la noticia: "Tomar la decisión correcta a veces es lo más difícil, pero también lo más necesario. Y en este caso, lo hacemos con respeto, con gratitud y con la certeza de que lo más importante seguirá siendo lo mismo: nuestras niñas. Ellas son la mayor prueba del amor que hubo, y seguirán siendo el motor que nos una de por vida. Seremos padres siempre, y ese lazo no se rompe con una separación".
Ahora toca plantearse la situación de ambos tras tomar caminos por separado en sus vidas, porque a pesar de que ha sido una decisión consensuada y muy meditada en los últimos meses, acostumbrarse de nuevo a la soltería no es tarea sencilla, y menos después de más de una década juntos. Tras la muerte de su madre en febrero de 2020 y la de su padre en noviembre de ese mismo año, Irene ya no tiene a sus progenitores como pilar en el que apoyarse en este complicado momento, pero sí tiene a sus cuatro hermanos a su lado (Maite, Manuel, Carlos y Vanesa). Sin embargo, quien peor lo tiene ahora es Kiko: no se habla con su madre y tampoco con su hermana. ¿Quién le queda entonces?
Anabel Pantoja, el único apoyo (a medias) de Kiko Rivera tras su separación de Irene Rosales
A pesar de los dramas familiares, quien siempre ha estado ahí para todos, como territorio neutral, ha sido Anabel Pantoja, y una vez más será el apoyo de su primo en estos momentos, aunque lo será a medias: desde el nacimiento de su hija, Alma, a finales de 2024, Anabel ha tenido que centrarse en su maternidad y dejar un poco 'de lado' a su familia. Además, tras superar su peor momento con el ingreso de la pequeña el pasado enero, está más entregada que nunca a la niña y a su relación con David Rodríguez. Por otro lado, el hecho de vivir en Canarias también dificulta estar físicamente con los suyos, aunque viaje de vez en cuando a la península, por lo que, aunque siempre estará ahí para Kiko, lo cierto es que debe anteponer su vida y también su trabajo a los problemas de los demás, especialmente ahora que tiene nuevos proyectos que le llevarán a estar más tiempo en Madrid.
Cuando se escriben estas líneas, Anabel no se ha pronunciado sobre esta noticia, pero sí publicaba un revelador mensaje con el que deja claro que sabe que habría mucho movimiento: "A lidiar con el miércoles", escribía sobre un 'selfie' en un ascensor. Además, ha dado 'me gusta' al comunicado de su primo tras conocerse la noticia.
Kiko Rivera: sin su madre y sin su hermana en su peor momento tras separarse de Irene Rosales
Aunque la decisión de separarse ha sido muy meditada, y han dejado claro que seguiremos viéndoles juntos por sus hijas, eso no quita para que tanto Irene como Kiko lo estén pasando mal con esta ruptura mientras intentan rehacer sus vidas. Es, sin duda, otro varapalo para Kiko, que ya no tiene a su mujer a su lado, pero tampoco a su madre y a su hermana: aunque Kiko siempre fue el 'ojito derecho' de su madre, en 2020 todo cambió: él se sentó en televisión en un especial titulado 'La herencia envenenada', donde destapó no sólo cosas que Isabel Pantoja le había ocultado durante años, sino también todos los tejemanejes de la tonadillera con la herencia que le dejó su padre. Entonces él no estaba en condiciones -primero por ser menor, y años más tarde por sus adicciones- de tomar ninguna decisión sobre el legado que le había dejado Paquirri, y allí destapó que se había encontrado con una enorme deuda que él nunca podría pagar si faltaba su madre. Aquello nunca se lo perdonaría, y la ruptura fue total y dura hasta el día de hoy. Ni siquiera en sus momentos más delicados, como cuando a Kiko le dio un ictus en 2022, ella estuvo a su lado.
Por otro lado, Kiko tampoco tiene relación alguna con su hermana, Isa Pantoja. Los rifirrafes entre los hermanos fueron erosionando su relación, pero cuando ella se posicionó con su madre después de todo lo que contó Kiko en 'La herencia envenenada', el DJ dio portazo a su relación con su hermana. Años más tarde, Isa desveló en otra entrevista episodios muy duros vividos con ambos en Cantora, lo que ha hecho que ahora tampoco quiera saber nada de ellos, especialmente desde que su madre también se distanciara de ella. "No voy a rogar más", dijo Isa el año pasado tras no conseguir acercarse a su madre.
