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El amor de Kiko Rivera e Irene Rosales ha tocado a su fin. La noticia de su ruptura se conocía el pasado 27 de agosto a través de la revista Semana, y el DJ no tardaba en confirmarlo a través de sus redes sociales en un duro y profundo comunicado, y unas horas más tarde era Irene la que se pronunciaba en Instagram. Tras 11 años de relación, 9 de ellos casados, y dos hijas en común -Ana, de 9 años, y Carlota, de 7-, los dos han decidido tomar caminos separados. Aún así, según transcurrían las horas se iban conociendo más detalles de esta inesperada separación, como que realmente ya habían tomado la decisión hacía meses, el pasado mes de mayo aunque lo han mantenido en secreto para proteger a sus hijas, lo que nos deja claro que en la comunión de Ana el pasado mes de junio ya habían roto, pero nadie lo sabía.
La pareja ha vivido momentos muy bonitos en su casa, pero también muy duros: las adicciones de Kiko, las desavenencias familiares de él con su madre y con su hermana, muchos problemas económicos, la muerte de los padres de Irene en 2020 con sólo unos meses de diferencia... y todo ello lo vivieron en la intimidad de su hogar, a la que llegaron con la intención de que fuese su nidito de amor y envejecer juntos.
Ahora ese sueño se ha roto. Una casa a la que se mudaron en 2021, pero de la que Kiko ya ha decidido marcharse tras la separación (aunque no se ha ido lejos, según desvelaban en 'Vamos a ver', para poder estar cerca de sus hijas), y de la que ahora, gracias a sus redes, conocemos muchos más detalles.
Todos los detalles sobre la casa de Kiko Rivera e Irene Rosales: dónde está y cómo es por dentro
Kiko Rivera ha vivido en varias casas en las últimas décadas, y es que en seguida 'voló' de Cantora con la intención de hacer su vida. Tras dejar atrás su chalet en Espartinas, él e Irene decidieron marcharse un poco más cerca del centro de Sevilla, así que hicieron las maletas y se mudaron a Castilleja de la Cuesta, un pequeño municipio a las afueras de la ciudad hispalense, y a sólo unos minutos del centro en coche. Ambos alquilaron esta propiedad en 2021 con la intención de echar raíces -y por la que varios medios publicaron que pagaban una cuota de unos 1300 euros al mes-, pero este 2025 ha supuesto el fin de su matrimonio. Ahora él ya no vive ahí, sino que se ha mudado a otra casa cerca de la anterior, donde Irene sigue viviendo con las pequeñas. Una casa que decoraron a su gusto, y de la que han compartido varios rincones en sus redes sociales.
La casa de Kiko Rivera e Irene Rosales: el dormitorio
Uno de los lugares donde a Irene le gusta mucho crear contenido es su dormitorio principal, quizá el lugar más íntimo de toda la casa, pero donde ella se siente muy a gusto grabando sus contenidos de moda. Decorado en tonos claros y cálidos, da la sensación de ser de lo más acogedor, y además no han querido recargarlo: sus muebles son minimalistas, muy al estilo escandinavo, lo que ayuda a crear un espacio perfecto para el descanso. Las plantas le dan un ligero toque de color.
La casa de Kiko Rivera e Irene Rosales: el salón comedor
A la influencer también le gusta grabar en su salón, especialmente recetas. La decoración sigue la línea de toda la casa: moderna, funcional, en tonos claros y muy minimalista. Consigue darle toques de color con detalles vegetales, cortinas, cojines o cuadros.
La casa de Kiko Rivera e Irene Rosales: la cocina
La cocina es donde Kiko e Irene arriesgaron un poco más, y es que para que no fuera toda la casa igual, decidieron poner los muebles en un tono oscuro de madera. Para no cargar demasiado, el alicatado es en un suave tono beige con cenefas a juego en tonos tierra. Los electrodomésticos están perfectamente integrados y panelados, pero los que se ven, como la campana extractora, son en un moderno acero inoxidable.
La casa de Kiko Rivera e Irene Rosales: la terraza con piscina
A pesar de que la ex pareja no tiene jardín exterior, pues viven en una casa baja en el centro de Castilleja de la Cuesta y no en un chalet, eso no ha impedido que puedan disfrutar de una buena terraza con piscina. Situada en la azotea, es el lugar perfecto donde airearse, tomar el sol o hacer ejercicio, como han demostrado tanto Kiko como Irene en sus redes sociales. Tras su ictus en 2022, el DJ se tomó en serio lo de perder peso para estar más saludable, y cuentan con algo de material deportivo. Irene es más de yoga y pilates, y con su esterilla y su pelota se apaña muy bien, pues la terraza es bastante amplia. Tanto, que incluso tienen una piscina en la que remojarse en los días más calurosos del verano.
