Cuantiosa herencia
Con la muerte de la duquesa de Alba se inició una nueva etapa en la Casa de Alba. Sus seis hijos se repartieron un inmenso patrimonio, tanto en propiedades como palacios, castillos, fincas... joyas y obras de arte de incalculable valor.
El 4 de julio de 2011 doña Cayetana se reunió con sus seis hijos para firmar ante notario el reparto de su herencia, en lo que jurídicamente se considera una donación de bienes en el registro de la propiedad, que cambian de titularidad. La gestión y administración, así como el uso y disfrute, siguieron siendo de ella hasta su muerte.
La casa de Alba tiene 542 años de historia. Los títulos que doña Cayetana concedió a sus hijos, excepto al primogénito, Carlos, y Alfonso, no son hereditarios. Como patrimonio dotacional de la fundación figuran los palacios de Liria, Monterrey (Salamanca), el castillo y la torre de Alba de Tormes (cuna de la casa), cuatro castillos en Galicia (Castro Caldelas, Moeche, Andrade y Narahio) y cuatro locales comerciales en la calle Fuencarral de Madrid.
La parte sustancial de los bienes de la Casa de Alba pertenecen a la Fundación, creada en 1975. Esta fundación se creó para salvaguardar el patrimonio frente a hipotéticas veleidades del heredero y así contribuir a perpetuar el legado.
Respecto a su viudo, Alfonso Díez, perdió el título de duque consorte. Además, antes de su boda en 2011, el exfuncionario renunció ante notario a la parte que le correspondería como viudo de los bienes de la Duquesa.