Si tuviera que quedarme con una única tendencia en decoración este 2025, sería con la vuelta de lo vintage. Y sé que mi madre piensa igual que yo. De hecho, ella y yo compartimos muchas cosas en nuestra casa, porque somos igual de amantes de la deco y de las piezas de calidad.

Lo que no podemos compartir son las piezas que tiene en su cocina, que en su día pertenecieron a su abuela y que a día de hoy siguen impolutas. De hecho, con esta vuelta de lo vintage, se han convertido en fieles protagonistas de las comidas en casa de mi madre.

Aunque, eso sí, entre esas piezas no hay ninguna de la vajilla que guarda con más cariño en su memoria: los platos Duralex en color ámbar que estaban en casa de mi abuela cuando ella era pequeña. La mítica vajilla que mi abuela ponía todos los días en la mesa y que, hoy en día, tiene su hermana.

Así que, llevo un tiempo buscando algo parecido a aquella vajilla. Sí, sé que Duralex vive su segunda juventud, pero es precisamente por eso por lo que la vajilla ámbar está prácticamente agotada. Además, como sé que mi madre ama las cosas originales que duren para siempre, quería ser un poquito más original y no regalarle la vajilla ámbar exacta.

Después de meses de búsqueda, puedo decir que he dado con la vajilla definitiva y, como ya le he dado el regalo y le ha encantado, ha llegado el momento de compartir cuál fue la vajilla que escogí, que me recuerda totalmente a la mítica de Duralex pero que tiene un toque que le convierte en una vajilla única.

Fecra Vajilla de 18 piezas Loya Somon

Vajilla de 18 piezas Loya Somon

Esta es la vajilla que compartimos mi madre y yo

La vajilla en cuestión que he regalado a mi madre es esta de la marca Fecra. Una vajilla completa para seis personas que lleva un color fiel al ámbar de la vajilla que recordaba de su infancia, pero añade un acabado bastante moderno y elegante, así como una forma menos ovalada que la de los platos de toda la vida.

platos abuela
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El pack incluye seis platos llanos (26 cm de diámetro), seis platos hondos (18 cm de diámetro) y seis platos de postre (14 cm de diámetro). Todos han de lavarse a mano para evitar que se deteriore el diseño, y todos están fabricados en Turquía.

Tan bonita, elegante y original me parece que he tardado muy poco tiempo en copiársela y comprármela también para la casa que estoy reformando en mi pueblo.