He crecido en una casa en la que se reutilizaba y se reutiliza absolutamente cualquier envase de vidrio. Nosotros no los reciclamos porque absolutamente todos los reutilizamos: para hacer conservas como tomate frito o fruta en almíbar en verano, como salero, como azucarero, para la pasta y el arroz, para poner el pan rallado…

Mi madre es toda una experta en darles una nueva vida a todos esos botes de aceitunas, de garbanzos o de menestra que compramos en el supermercado. De hecho, no los da una segunda vida solo, los da dos, tres y cuatro. Incluso, he visto cómo esos botes se utilizan en modo termo para llevar el café a trabajar.

Pero, claro, tienen un problema: no son lo más estético del mundo. Y tampoco son herméticos. Quizás, esa pasta, ese arroz y ese azúcar y sal estarían mejor en botes específicamente pensados para ellos. Y, si tenemos en cuenta que ahora se pueden encontrar botes súper estéticos, todos del mismo tamaño y con cierre hermético por poco precio, sí, merece la pena hacer la inversión.

No es algo que diga yo, que he crecido entre botes de cristal, es algo que también dicen los expertos. Sin ir más lejos, Laura Cózar, diseñadora de interiores más conocida como @cozarence_life en redes sociales. En un vídeo en su canal de TikTok enseña absolutamente todos los botes de cristal que utiliza en su cocina y el resultado no puede ser más bonito. Como experta, ha sabido elegir bien cada uno de estos tarros, según uso y estética, para que la cocina parezca de diseño sin gastar mucho dinero. ¿Lo mejor? Mejoran la durabilidad de la comida que se pone en el interior: “Son tan herméticos que el alimento dura en perfecto estado todo el tiempo”, confiesa la experta.

Qué botes elegir para poner en la cocina

Ordenar con botes de cristal es mucho más útil de lo que podríamos creer: “Organizar con botes de cristal da un aspecto más estético a la cocina, permite llevar mejor el control de la cantidad de alimento que queda y ayuda a conservar mejor los alimentos”, dice Laura Cózar en su vídeo.

El secreto mejor guardado de esta diseñadora de interiores es combinar diferentes tipos de botes: unos herméticos (para alimentos frescos), otros con rosca y otros con dosificador. Básicamente, se trata de llenar las estanterías de botes de cristal que queden bien entre sí, que no sean muy caros y que nos ayuden a decorar y a almacenar al mismo tiempo.

Para hacerlo bien sin temor a equivocarnos, podemos seguir los pasos de Laura. Ella tiene un bote grande de cristal para guardar las galletas. Un bote sin rosca y con goma que deja hermético el interior: “Me encanta porque gracias a la goma que hay en la tapa es supersilencioso al cerrar”, explica en el vídeo.

Masthome Tarro de cristal de 9 litros de capacidad

Tarro de cristal de 9 litros de capacidad

Para guardar panecillos tipo picos (aunque se pueden aprovechar para la sal y el azúcar) que son, precisamente, los más herméticos.

Tarros de cristal con tapa 1 litro

 Tarros de cristal con tapa 1 litro

Y los más altos los tiene destinados a los cereales, al muesli y a la avena, pues tienen una forma específica perfecta para servir desde el propio bote.

Cotepi 4 botes de cristal de cocina con tapa de bambú

4 botes de cristal de cocina con tapa de bambú

Por último, nos gusta mucho la idea de guardar pastas y arroces en botes con tapa de rosca, tal y como ella misma muestra en su vídeo. Son los más fáciles de conseguir y, normalmente, también los más económicos. Los que ella enseña en su vídeo son exactamente estos. “Los tengo guardados en los armarios altos de la cocina para que resulte muy fácil saber cuánta cantidad cabe en ellos”, dice en el vídeo.

Zanfqvo Tarros de vidrio para conservas de1000 ml

Tarros de vidrio para conservas de1000 ml