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Hace ya algunas semanas que venía pensando en que cada vez le queda menos a mi dormitorio de verano. Más bien, a los accesorios de verano que tengo en mi dormitorio. La colcha finita que me ha salvado del frescor de las noches más calurosas del año ya se me empieza a quedar corta porque, por suerte, en este final de septiembre, abrir la ventana por la noche es recibir el aire fresco de la bajada de las temperaturas.
Y, con esa bajada, más allá de saber que se llevan las colchas de patchwork, pensaba en la posibilidad de renovar la funda nórdica para que mi relleno nórdico, que me abriga todo el otoño, tuviera un aire nuevo.
También es cierto que yo pienso mucho las cosas antes de lanzarme a comprar. Y que primo mucho la calidad de todo lo que compro para mi casa. Algo con lo que tengo especial cuidado a la hora de hablar de mi cama, que es para mí el sitio más respetado de todo el hogar. Así que, tenía claro que la funda nórdica que comprase tendría que ser 100% de algodón, de lo contrario no sería bienvenida. Y que, a poder ser, no subiera mucho de presupuesto, porque me gusta renovarla en los días más fríos del año.
Si a ello le sumamos que tengo una cama de 135 cm, el resultado es que creía que iba a ser imposible encontrar algo que cuadrase. Pero, para mi sorpresa, Maisons du Monde sigue teniendo algunos artículos rebajados y, entre ellos, la funda nórdica de mis sueños, que ha pasado de 114 a 25 euros.
La funda nórdica más elegante del otoño
Es de algodón 100%, en el tamaño perfecto para mi cama y tan bonita y sutil que mi dormitorio ahora parece súper elegante. Tanto, que perfectamente podría salir publicado en cualquier revista de decoración. La funda nórdica que he encontrado por 25 euros (antes 114 euros) en Maisons du Monde ha sido el accesorio que necesitaba para conseguir que, en conjunto, tenga un auténtico remanso de paz en casa.
Mis cabeceros en madera color nogal y ratán, las mesitas de noche a juego, los armarios empotrados en el mismo tono de madera, la tarima y las flores secas en tonos crudos, le van a la perfección a esta colcha, que forma parte de la nueva colección del catálogo, aunque esté rebajada casi un 75% de su precio original.
El tacto es de lo más suave del mundo y como la he lavado antes de estrenarla puedo decir que al secarse no queda demasiado arrugada, así que tiene todo lo que yo estaba buscando.
¿Lo mejor? Su estampado paisley sutil es reversible, así que este invierno me pensaré si ponerla por la cara B para renovar, de nuevo, esta estancia de mi casa.