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Llega una edad en la que una empieza a sospechar que las cremas antimanchas son como los amores de verano... Prometen demasiado, duran poco y al final te dejan igual que antes, con la piel exactamente igual de marcada y una ligera sensación de haber perdido tiempo y dinero. No exagero si digo que he probado más de diez en el último año. Casi todas ofrecen una hidratación agradable, sí. Pero las manchas siguen ahí, desafiantes, riéndose de mí.
En un arranque de curiosidad y escepticismo a partes iguales, me lancé a probar una crema que encontré cotilleando por Amazon. Ni rastro de un ejército de influencers recomendándola sin resultados visibles. Vi un bote sencillo, 50 mililitros, un precio de 6 euros y la promesa de aclarar manchas, regular melanina y suavizar arrugas. Esperaba otra decepción, la verdad.
La grata sorpresa llegó en la primera aplicación. Esa noche me llamó la atención su ligera, fundente, sin fragancia y especial textura. A la mañana siguiente (no voy a decir que me levanté sin manchas) noté la piel distinta, más uniforme, más descansada, con brillo saludable. Me dio cero reacción, cero rojeces, cero sensación grasa. A partir de ahí, cada aplicación ha ido confirmando que estaba ante una rara joya low cost que cumple y supera. Se trata de la Crema Facial Nocturna Blanqueadora, con Fórmula Dermatológica Antiarrugas de Ziaja. Es un nombre bastante largo para un bote discreto. Su fórmula tiene inhibidor de tirosinasa (clave para frenar la producción excesiva de melanina), aceite de oliva, vitamina E y provitamina B5. Actúa mientras duermes (momento en el que la piel aprovecha mejor los activos), es vegana, sin perfume y apta para pieles con manchas causadas por el sol, embarazo o edad.
El precio es casi ridículo. Y la sensación de que funciona en varios frentes a la vez (porque aclara, hidrata profundamente y mejora la textura) es inmejorable. Es un básico de mi rutina nocturna y lo será para ti también si no quieres complicarte con diez productos distintos. Después de un mes de uso puedo decir que mis manchas se han difuminado visiblemente y la piel luce uniforme.
Por supuesto, no es una varita mágica (ninguna crema lo es). Pero sí es un apoyo real y constante. De todas las cremas antimanchas que me han acompañado en este año de pruebas y frustraciones, me quedo con esta por honesta y efectiva. También porque me ha reconciliado con la idea de que los cosméticos low cost merecen mil la pena.
Mariana Martín es periodista especializada en contenidos de Ocio y Cultura. Escribe sobre libros, cine y series, música y arte, entre otras cosas. Ha estudiado el doble grado de Periodismo y Humanidades en la Universidad Carlos III de Madrid, y es precisamente su formación en Humanidades la que le aporta una perspectiva analítica y multidisciplinar para abordar sus artículos periodísticos desde un punto de vista diferente.
Cuenta con experiencia en comunicación editorial y redacción de newsletters y artículos de cultura, moda, opinión y literatura, principalmente. Ha formado parte de equipos de prensa en la Universidad Carlos III además de desarrollar proyectos propios en redes sociales (@secuencia0 en Instagram) donde trabaja con la narrativa visual a través de fotografía y textos propios de prosa poética y poesía. También ha trabajado en el diario El Generacional, donde ha cubierto eventos como conciertos o la feria ARCO de Madrid y ha realizado entrevistas a distintos artistas.