Los duques de Sussex han presentado a su primer hijo, que nació el pasado 6 de mayo, en el hall de St. George. Era un día muy importante, para el pequeño y para ellos, ya que esa imagen pasará a la historia. Por eso, Meghan no ha dejado nada de su look al azar y lo tenía todo bien pensado. El recién nacido, que iba cómodamente dormido en los brazos de su padre, lucía una toquilla blanca con pequeños calados 100% de lana merina (128 €) y un conjunto de gorro y manoplas 100% de Cashmere (75 €) de la firma inglesa G.H. Hurt and Sons.
Sin duda, un guiño a la casa Windsor ya que la toca era muy parecida a las que llevaron los tres hijos de los duques de Cambridge en sus primeras apariciones públicas y firmadas por la misma marca. También recuerda a la que escogió Diana de Gales para la presentación de sus hijos, los príncipes William y Harry de Inglaterra.
Mientras que el primer hijo de los duques de Cambridge llevaba un conjunto clásico, Meghan ha innovado con su look. La duquesa de Sussex se ha desmarcado de los estilismo que en su momento lucieron la duquesa de Cambridge y Diana de Gales. La ex actriz se ha decantado por un vestido blanco de estilo esmoquin con cinturón y botones marrones que contrastaban con el tono del vestido, firmado por Grace Wales Bonner, fundadora de la marca de ropa masculina con sede en Londres Wales Bonner, y que ha sido considerada como una diseñadoras recién llegadas más prometedoras en el mundo de la moda. Meghan completó su look con unos salones nude de ante de Manolo Blahnik, con tacón de 7 centímetros.
El pequeño ha sido la guinda a este año maravilloso que han vivido los duques Sussex, que en unos días, el 19 de mayo, los duques de Sussex celebrarán su primer aniversario de boda.