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El embarazo de Hürrem está llegando a su recta final y, después de sufrir un intento de envenenamiento, no se fía de nadie en El Sultán: “Quiero que mi hijo tenga la opción de venir a este mundo sano y salvo”. Para mantenerla callada y tranquila, Valide, la madre sultana, le ofrece unos nuevos aposentos para que pueda dar a luz alejada del resto de concubinas: “Ya que eres la favorita de mi hijo, deberías tener más comodidades”. En los capítulos de la semana pasada de El Sultán, Mahidevran perdió a su bebé y culpó a Hürrem de lo ocurrido. Luego, la castigó de una forma muy cruel.
Lejos de allí, en los nuevos capítulos, el ejército de Solimán celebra la victoria, mientras que el sultán se reúne con el embajador de Venecia para firmar nuevos acuerdos de paz. Desde este momento, los barcos venecianos podrán atracar en los puertos otomanos. A cambio, tendrán que pagar unos cos- tosos impuestos al gobierno y enviar 10.000 monedas de oro a Chipre. ¿Hasta cuando durará tan prometedor trato para Solimán?
Hatice se confiesa con Hürrem
Lo cierto es que las ansias de conquista del sultán no han terminado y su próximo objetivo es invadir la isla de Rodaspormar: “Conseguiremos que el imperio otomano controle todo el mediterráneo. No voy a parar hasta que seamos dueños de mundo entero”. Su séquito mira con algo de preocupación es rostro de su monarca, marcado por la necesidad de poder.
Hatice visita a Hürrem para desearle suerte con el embarazo. Para protegerla de las envidias de palacio, le entrega un amuleto de oro y, tras una charla amistosa, Hürrem descubre que su “cuñada” está enamorada de Ibrahim. “Es educado, honesto e inteligente; cuando toca el violín, sientes que estás en otro mundo. Necesito estar siempre con él”, le dice Hatice. A la mañana siguiente, cuando se reúne con Ibrahim, le cuenta que su madre quiere casarla pronto y este aprovecha para decirle lo mucho que la ama: “No dejaré que nadie nos separe”.