El príncipe Andrés de Inglaterra y Sarah Ferguson están pasando unos días de vacaciones en la residencia veraniega de la familia real británica que se encuentra en Balmoral. La expareja pasa una semana junto a la reina Isabel II, después de que hace 33 años se divorciaran de forma amistosa. A pesar de intentar despistar con sus movimientos, la prensa se ha hecho eco de estos días en familia. Andrés viajó en un vuelo privado mientras que la duquesa de York lo hizo en un vuelo regular. Sus hijas, Beatriz y Eugenia, se reunirán con ellos días más tarde. "El príncipe Andrés y Sarah están en Balmoral como invitados de la reina y se espera que estén allí durante varios días. No es la primera vez que han ido allí como pareja en los últimos años, pero es significativo que esto ocurra en medio de noticias de que vuelven a estar juntos. La reina los quería allí como familia y es ella quien ha dado el visto bueno", dice una fuente de Casa real al diario 'The Sun'.
Los rumores crecen con fuerza una vez más; aunque recordemos que el matrimonio rompió su relación en 1996, 10 años después de darse el 'Sí, quiero' el 23 de julio en la Abadía de Westminster en 1986. Todo ocurrió después de salieran a la luz unas imágenes en las que John Bryan, asesor financiero de Sarah, aparecía besándole los pies en el sur de Francia.
Sin embargo, acabaron de forma amistosa ya que incluso viven juntos en la residencia oficial de Andrés, Royal Lodge en Windsor, y se compraron una casa de invierno y de lujo en Verbier, Suiza.
La duquesa de York siempre ha mostrado su afecto por el padre de sus hijas. "Andrés siempre será mi príncipe. Él sigue siendo mi apuesto príncipe, mi príncipe azul”, dijo en el año 2013. Asimismo, durante una fiesta organizada por el magnate Ernie Boch Jr. en su mansión de Massachussets dijo: "Sí, vivo en el Royal Lodge con mi apuesto príncipe, que es el príncipe más guapo de todos".
Una relación marcada por la distancia
Sarah y Andrés anunciaron su compromiso el 17 de marzo de 1986 y celebraron su boda el 23 de julio en la Abadía de Westminster. Minutos antes de la ceremonia, la reina Isabel II les concedió el título de Duques de York. Fruto de su matrimonio nacieron sus dos hijas, Beatriz y Eugenia.
Sin embargo la pareja no pudo resistir la escasa vida matrimonial que compartían, ya que debido a los muchos compromisos profesionales de Andrés, apenas pasaban 40 días al año juntos. Además, de ser miembro de la familia real, a la apretada agenda de Andrés, había que sumar su trabajo como piloto militar de las Royal Air Force. Durante sus largas ausencias, a Sarah se la relacionó con otros hombres y los rumores de infidelidad estuvieron muy presentes en esa época. Finalmente, decidieron anunciar su separación el 19 de marzo de 1992.
Tras su separación, Fergie pasó a ser persona non grata para la Familia Real Británica, pero entre ellos fue el amor que se tuvieron dio paso a una gran amistad.