Andrés de Inglaterra y su ex, Sarah Ferguson, no celebrarán la Navidad con la familia real británica por un nuevo escándalo. El duque de York, un hombre que, como Harry, fue considerado como un héroe por su valeroso comportamiento en el ejército, ha pasado ha descendido a la categoría de villano por culpa de los sonados escándalos que ha protagonizado. El más grave de todos, fue el relacionado con Virgina Giuffre, una joven menor de edad a la que conoció durante un viaje a la famosa isla de Geoffrey Epstein. Fue acusado de abusar de ella cuando era menor. La reina Isabel estuvo al quite para salvar a su hijo favorito y se llegó a un millonario acuerdo con ella para que se olvidaran los hechos y no hubiera juicio. Por si esto fuera poco recientemente salió a la luz una información publicada por el Daily Mail que dejaba en muy mal lugar al duque de York. Se habría valido de sus contactos internacionales conseguidos por ser quien es para sufragar los gastos de restauración del Royal Lodge, la residencia de la que Carlos III quería echarle.

Carlos III, recién estrenado en el trono si se compara su reinado con el de su longeva madre, no quiere poner a prueba la fortaleza de la monarquía de nuevo, y ha tomado una decisión tajante que aleja aún más a Andrés de Inglaterra del seno de los Windsor, y también afecta a su ex, Sarah Ferguson, con quien Andrés querría volver a casarse.

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Andrés de Inglaterra, "un hombre en situación desesperada"

El nuevo escándalo es mucho más grave, ya que el comportamiento de Andrés de Inglaterra pone en peligro la seguridad nacional. Se ha descubierto que tuvo como confidente cercano a un espía chino. Como señala la prensa británica, a esta persona, identificada como Yang Tengbo, se le prohibió entrar en Reino Unido después de ser investigado por el MI5. El Servicio de Inteligencia del Reino Unido descubrió que formaba parte del Partido Comunista Chino y trabajaba para el Departamento de Trabajo del Frente Unido, que reúne información de inteligencia. De acuerdo con Daily Mail, se le encontró un documento en el que parecía que se describía al Príncipe Andrés como una persona en "situación desesperada y que se agarra a cualquier cosa". De sus palabras se deduce que Andrés sigue no ha superado la profunda crisis originada por la desastrosa entrevista que concedió a la BBC y dio origen incluso a una película y a una serie.

Esta amistad peligrosa de Andrés es tan nociva o más que la que mantuvo con Geffrey Epstein. El espía chino se acercó al Duque de York, y logró convertirse en alguien cercano para él estuvo dos veces en Buckingham Palace, y accedió también a Windsor Castle y al Palacio de St James, lo que muestra el nivel de confianza que el Príncipe Andrés tenía en un colaborador. Además, tenía autorización del propio Duque de York para buscar inversores en China.

Según el Daily Mail, el Duque de York ha decidido no viajar a Nolfolk en Navidad y quedarse en el Royal Lodge con Sarah Ferguson. Lo que parece una decisión voluntaria habría sido forzada por mensajes indirectos. Los reyes Carlos y Camilla habrían expresado en privado que para ellos sería un enorme alivio si Sarah Ferguson convenciera al príncipe Andrés para que no fuera a la tradicional cena de Navidad de Sandrigham para evitar situaciones incómodas. Al parecer, al cierre de estas líneas, han optado por seguir las indicaciones del monarca. Sarah no habría tardado en convencer a Andrés. El problema es que esta decisión afecta también a sus hijas, que sí mantienen una relación excelente con el resto de la Familia Real. Abajo, una imagen de Sarah el pasado día cinco en un acto navideño celebrado en Londres en una Escuela de Primaria.

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Dave Benett//Getty Images

El comunicado emitido por Andrés no ha conseguido apagar las llamas del escándalo relacionado con el presunto espía chino. Rezaba así: " El Duque de York siguió el consejo del Gobierno y cesó todo contacto con este individuo después de que -las autoridades- planteasen su preocupación". Además, quiso dejar claro que su contacto fue siempre "a través de canales oficiales" y nunca hablaron de "nada de una naturaleza sensible".

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Tiene casi cuatro décadas a sus espaldas como periodista y reportera experta en celebrities españolas y monarquía, pero no intentéis calcularle la edad. Empezó muy pequeñita, como Melody. Sus inicios fueron como paparazzi y perseguía a los famosos en un 850 con los bajos desgastados. Era un buen truco, algunos, paralizados, se dejaban pillar. Durante muchos años ha trabajado en televisión como guionista, redactora, reportera y periodista, así como en medios de prensa escrita, alguna que otra radio y diversas webs. Es una todoterreno que lo mismo escribe de ciberseguridad como de economía y política, pero la mayor parte de su vida ha estado dedicada al mundo de la prensa rosa, y es lo que más le divierte y disfruta.   

Ha cubierto festivales cinematográficos internacionales y ha trabajado como enviada especial en Mallorca durante algún verano para un periódico nacional cuando reinaba Juan Carlos I. A lo largo de su paso por diferentes medios, ha entrevistado a numerosas estrellas internacionales: Desde Richard Gere, Anthony Hopkins, Charlton Heston o Pedro Almodóvar pasando por Toni Genil o Leonardo Dantés. También ha participado como tertuliana en algún programa de televisión y radio.   

En un momento dado, si tiene que ver en la tesitura, se cuelga la cámara y aún recuerda cómo sacar una foto con un cuatrocientos. Es también escritora en activo. De hecho, escribió “Los Borbones y el sexo: de Felipe V a Felipe VI” que ha obtenido gran éxito y ha sido traducido al portugués. Le apasiona la historia, especialmente la de las monarquías, las artes marciales, el arte, el piragüismo, el humor y el boxeo.