




Los baberos son opciones tremendamente útiles para mantener protegida la ropa del bebé, evitando que se manche o se ensucie cada vez que come. Hasta los 2 años, se convertirán en un indispensable en la vida de nuestro pequeño, casi tanto como los pañales.
Después o incluso antes de la llegada del bebé, no hay duda que muchos padres saben que los baberos son indispensables a medida que el pequeño crece, ya que es una opción útil para ayudarlo a que no se manche mientras empieza con la alimentación sólida.
De hecho, tal y como ocurre con el pañal, el babero también es un accesorio imprescindible para muchos padres, y que deben tener siempre a mano cuando el bebé crece, al ser un fiel aliado para proteger la ropa del pequeño de posibles derrames y otros pequeños accidentes cotidianos.
No en vano, hasta los 2 años de edad el bebé utilizará un babero no solo para los diferentes biberones del día, sino también para las comidas, siendo aún más importante cuando se pasa de la alimentación con leche a la sólida, en especial cuando comenzamos con las papillas, compotas y purés (que, dicho sea de paso, suelen manchar bastante la ropa).
Por lo tanto, simplemente es cuestión de elegirlo bien. Y, para ello, es necesario tener en cuenta algunos factores básicos, como su eficiencia, su apariencia estética y, sobre todo, qué tan cómodo es para el bebé.
En primer lugar, es de vital importancia escoger la forma del babero que más se adapte a los diferentes momentos del día, y a la propia edad del bebé. Para recién nacidos, por ejemplo, es preferible escoger uno que sea lo suficientemente grande y largo como para proteger su bonito atiende, pero no demasiado grande como para que se transforme en una manta.
De acuerdo a su forma, podemos optar por 4 opciones distintas: el babero tradicional, el babero bandada (con una tela doblada por la mitad para formar un triángulo), el babero con recogedor (útil porque tiene una parte curva en la parte inferior ideal para recoger la comida que se cae), y el babero gigante o extra grande.
Respecto a los materiales, los hay de algodón, de silicona, de plástico y de esponja. Este último, por ejemplo, es el tejido que mejor absorbe, aunque el de algodón tiende a ser mucho más estético. Eso sí, los de silicona tienen la ventaja añadida de que pueden ser lavados al momento, por lo que es común que siempre tiendan a estar limpios.
¿Tienes dudas acerca de qué opción escoger? No te pierdas la siguiente lista donde encontrarás los mejores baberos para el bebé. Y si quieres más equipación para tu pequeño, echa un repaso a los mejores biberones, los mejores pañales o a los mejores regalos para un recién nacido.