- Lydia Bosch se suma al elenco de Servir y proteger como la ex mujer del agente Salgado (Antonio Valero).
- La veterana actriz debuta en una serie diaria.
Entre sus opciones laborales estaba ser maestra de escuela, pero su vocación era actuar. Tras debutar ante las cámaras con el programa Un, dos, tres… en 1984, dio el salto al teatro con la obra Pato a la naranja (1986). Ahora, a sus 57 años y con una veintena de ficciones a sus espaldas, regresa a televisión con su primera producción diaria. La elegida es Servir y Proteger, en La 1, y su personaje, Mabel.
¿Por qué aceptase este trabajo?
Quería trabajar con Antonio Valero, que da vida a mi exmarido, y con Luisa Martín (Claudia). No coincidíamos desde Médico de familia.
¿Cómo fue el reencuentro?
Maravilloso, días antes de grabar, repasamos el guion juntos en casa de Luisa. Más que compañeros, son amigos.
¿Qué tal hacer de forense?
Mabel se lleva mejor con las agujas y la sangre que yo, que las odio. Mi personaje solo estará unas semanas, pero le cogí cariño. He afrontado con ilusión este proyecto.
¿Y que te hubiera parecido entrar en ‘Servir…’ como policía?
No me hubiera importado para nada, me gustan las escenas de acción, aunque te digo que con Motivos personales (2005) tuve tramas con disparos y carreras para rato.
Una serie de éxito. El público aún pide una tercera temporada.
Y yo (risas), si me propusieran hacer más capítulos diría que sí con los ojos cerrados. Aunque también quiero hacer cosas nuevas.
¿Te apetece volver al teatro?
He elegido divertirme y disfrutar. Me muero de ganas por subirme otra vez a las tablas con un papel que me motive.
Tu faceta de presentadora, ¿dónde queda?
Me encantaría retomarla. Cualquier programa que me haga sonreír es bienvenido.
Podrías cambiar de registro y concursar en alguno…
Soy seguidora de Masterchef Celebrity, pero no participaría en él. Me parece muy duro y, además, no tengo muchas dotes culinarias. Pero quién sabe lo que nos depara el destino.
En tu caso, ¿nuevos proyectos?
Hay una oferta por ahí de la que no puedo hablar. Lo que sí me apetece es hacer un personaje clásico. Todo llegará, porque aún tengo energía para seguir trabajando.
