Del ‘rollo’ al noviazgo en ‘Servir y proteger’

Miralles, en presencia de la agente Orestes, levanta el castigo a Toni para que investigue un caso que le afecta. “Que sea la última vez que desobedeces mis órdenes o la próxima sanción será peor. Eres muy bueno en tu trabajo, pero debes respetar la autoridad”, asegura la inspectora.

Con una gran sonrisa, el policía se despide de su superior y va a ver a Paty para darle la buena noticia. La joven lo abraza y ambos terminan besándose. Después de comprender que no pueden vivir el uno sin el otro, deciden formalizar su relación. “He intentado luchar contra esto que siento, aunque sé que es inútil. Empecemos de cero y olvidemos el pasado. Lo único que me importa somos tú y yo”, dice ella.

Horas más tarde, Claudia visita a Antonio en el hospital y el médico le da una importante noticia: “He decidido quedarme en Madrid. No puedo separarme otra vez de ti y de nuestra hija”. La mujer se alegra, pero piensa que está ocultándole algo, ya que su actitud es un poco extraña.

Por otro lado, los Soler siguen enfadados por el regreso de Gabriel y sus intenciones de formarse como estafador. Ricky se ha dejado engatusar por las esperanzas que el hombre le ha dado sobre tener un futuro mejor, algo que no ha gustado nada a Luis.

Este se enfrenta a su padre para defender a su hermano: “Sé muy bien del alcance de tus artimañas, a mí no me engañas. No se me ha olvidado cómo me tratabas cuando era un niño y lo que me hiciste sufrir y no voy a permitir que también lo dañes a él, así que ten mucho cuidado porque estaré vigilándote”.

Sin embargo, estas palabras no surten ningún efecto en el recién llegado que comunica al resto de miembros de la familia que está esperando el momento idóneo para dar un golpe en Distrito Sur.

Elvira intenta quitarle esa idea de la cabeza sin éxito: “Si haces eso nos pondrás en peligro a todos. Ya sospechan de nuestros negocios, lo último que necesitamos es que la policía esté vigilándonos. No seas inconsciente”.

En otra parte del barrio, Damián presenta a los vecinos a Boli como el nuevo empleado de su negocio.

Cuando Bremón se entera acude al local con la intención de disuadir al ferretero: “Sabes perfectamente que ese chico tiene antecedentes penales y muy graves. Piensa bien si tenerle aquí va a beneficiarte, porque puede destruir lo que has conseguido en todo este tiempo”.