Sed de venganza; ‘Servir y proteger’

Bremón, en compañía de Miralles, detiene a un falsificador que posiblemente ayudó a Vlado Kahn a escapar del país proporcionándole una identidad falsa.

“Solo no pudo hacerlo”, concluyen tras conseguir que el reo confiese el nuevo nombre que está usando el criminal. “Esto no ha hecho más que empezar. Nos queda una larga investigación antes de que podamos dar caza a ese desgraciado”, comenta Claudia, que instantes después es interrogada por Salgado.

Este sigue adelante con sus pesquisas para averiguar cómo se desarrolló todo en el famoso asalto a comisaría y que terminó con la vida de Alicia Ocaña de un disparo

Por otro lado, llega un nuevo oficial al barrio. Su nombre es Iván Díaz y se incorpora a su puesto como inspector de la UIT (Unidad Internacional de Telecomunicaciones). El joven sufre una cojera, que le incapacitó para el trabajo de policía de calle, lo que realmente quería ser.

De momento, se mantiene muy reservado y aunque parece que no le afecta su minusvalía, tiene un trauma. Sus compañeros le reciben felices, pues cualquier refuerzo es bienvenido entre sus filas.

Mientras, Nacha y Elías vuelven a formar equipo para hacer frente a un nuevo caso: deben elaborar un plan para detener a los presuntos asesinos de Laínez.

Ajeno a esto, Salgado decide dar carpetazo al caso sobre Vlado Kahn y Jefatura ordena a los policías de Distrito Sur abandonar la búsqueda del delincuente.

Miralles no se toma nada bien la noticia ni pretende dejar que semejante asesino ande suelto sin haber recibido su merecido. Así pues, pretende continuar con sus averiguaciones a espaldas de sus superiores: “Si tengo que jugarme mi puesto, lo haré, pero no voy a tolerar injusticias”.

Quien tampoco piensa abandonar su lucha hasta encontrarlo es Quintero. “Voy a vengar la muerte de mi hija matando a ese malnacido, no voy a rendirme jamás. Pagará por mi dolor”, asegura furioso.

Para conseguirlo, pide a Miguel que lo ayude para apresar a su gran enemigo.