La clave; ‘Servir y proteger’

Hanna da un paso más en su relación con Eva y termina pasando una noche de pasión con ella. En mitad de la madrugada se levanta y se marcha de la casa, llevándose el ordenador que la empresaria tiene en su escritorio. “Ahora vamos a ver qué es lo que has escondido durante todo este tiempo”, piensa .

Horas más tarde, entrega a Quintero el portátil. Este, con ayuda de un hacker, logra desencriptar los archivos y descubre que la mujer ha estado en contacto con Vlado Kahn desde que esté huyó del barrio de Distrito Sur. Después, Fernando urde un plan para atrapar al proxeneta.

Por otro lado, Miralles ha descubierto que Rafael Aguilar solo asesinó al compañero Moya y se lo cuenta a Salgado, además de al comisario: “Él no es el hombre que llevamos buscando durante estos meses. Es un criminal, pero no tiene tantos cadáveres a sus espaldas”. Los tres resuelven que, por lo tanto, se equivocaron, el asesino de policías sigue suelto y es muy probable que vuelva a atacar pronto.

Terminada la reunión, Bremón se pone manos a la obra para cancelar la rueda de prensa en la que iba a anunciar la captura del delincuente. El policía no quiere que el fallo que han cometido salga a la luz y manche su trabajo.

No obstante, al día siguiente la metedura de pata de los agentes durante el operativo ocupa las principales portadas de los periódicos del país. Emilio está que echa humo, pues sabe que lo último que necesita es tener decenas de ojos mirándole con lupa a él y al resto del equipo.

A Elías tampoco le hace gracia la filtración de información que hubo y se pone a investigar quién fue la persona que habló con la prensa. Sus averiguaciones lo llevan hasta Cándido, quien confiesa ser el topo que dio la primicia: “Pensé que así os pondríais las pilas de una maldita vez”.