Diana, al descubierto; ‘Servir y proteger’

Andrés sigue empeñado en conquistar a Verónica como sea. La obsesión que siente por la mujer ha crecido con el paso de los años hasta límites insospechados. Por eso, creyendo que su enredo con Toni es solamente un capricho tonto, la invita a cenar.

El hombre aprovecha el momento para convencerla de que su relación con el joven agente es un error, pero ella se muestra tajante una vez más: “Escúchame atentamente, estoy enamorada y cuando me divorcie de Mateo nos iremos juntos de aquí”. Él, dolido, se marcha a su apartamento y se dice a sí mismo que no le pondrá las cosas fáciles a la pareja

Lejos de allí, Miguel tiene nuevamente noticias de Rojo. “Si no haces todo lo que te pida, será tu novia quien pague las consecuencia. No me gustaría tener que hacerle daño, así que no me obligues a actuar”, continúa chantajeándolo el criminal.

El encargo que debe cumplir es dar un correctivo a un empresario que maltrató a una de las chicas de Diana.

Esta, por su parte, mantiene una desagradable charla con Quintero en el Moonlight. El dueño del bar ya ha descubierto que la mujer es proxeneta y le reprocha que le haya ocultado la verdad: “Me mentiste, no puedo creer que trabajes en algo tan ruin. No quiero verte más”.

Por otro lado, Espe sigue adelante como puede con su trabajo en la comisaría, pero no se quita de la cabeza la duda de quién será su madre biológica. Así pues, toma la decisión de buscarla y hablar con ella.