Miralles se rompe; ‘Servir y proteger’

Miralles está convencida de que Quintero está detrás de las muertes de los secuaces de Vlado Kahn. La inspectora sabe que está intentando vengar la muerte de Alicia por su cuenta, pero no tienes pruebas para incriminarlo. Cuando decide llevarlo a comisaría e interrogarlo, no consigue sonsacarle ni una sola palabra.

Afectada después de que su plan no haya dado los frutos esperados, se desahoga con Salgado, que se ha convertido en su máximo apoyo. “Eres una gran mujer y lograrás sacar este caso adelante. Además, cuentas conmigo”, asegura el inspector.

Antonio se ha percatado de la complicidad que existe entre su esposa y el nuevo policía de Distrito Sur y no le gusta nada, pues teme que tan buena relación vaya a más.

Sus sospechas no son infundas ya que, sin que él lo sepa, Miralles confiesa a María que empieza a sentir algo muy fuerte por su compañero de trabajo: “No puedo negar que me atrae, pero me da miedo”.

Por otro lado, Ainhoa, la orientadora de uno de los institutos del barrio, llega a las dependencias policiales en busca de Iván, que es su exnovio. La mujer necesita ayuda ya que están produciéndose una serie de peleas callejeras entre adolescentes y no sabe cómo hacerles frente.

El oficial se pone mano a la obra: “No te preocupes, juntos los solucionaremos”. Cuando Lara observa la escena desde la distancia, unos celos inmensos se apoderan de ella y se da cuenta de que se ha enamorado del agente. Pensando que no tiene nada que hacer, intenta convencerlo para que vuelva con su expareja.

Agobiado por sus problemas económicos, Joaquín pide a Ángel que amedrente a Sabater para que le devuelva el dinero que invirtió en su inmobiliaria. El joven accede y el pequeño susto sale a pedir de boca. Más tarde, cuando llega a su casa y comunica a Daniela que se hará cargo de todas sus deudas su hermana le agradece su apoyo