Frente a frente; ‘Servir y proteger’

Claudia, que sigue en Verona, llama a Antonio. Después de la conversación con su mujer, el médico se muestra más optimista respecto a su matrimonio, pues la ha sentido cercana y cariñosa con él.

Sin embargo, sus esperanzas se diluyen cuando hasta sus oídos llega la noticia de que la inspectora se besó con Salgado. Ambos hombres y rivales por el amor de Miralles se encuentran en La Parra y se forma una gran discusión que solo María es capaz de parar.

Cuando el policía se marcha, la camarera habla con Antonio y trata de animarlo: “No puedes darlo todo por perdido, deberías seguir luchando por la familia que has creado”.

Entretanto, Claudia organiza su vuelta a Distrito Sur y revela a Emilio que está pensando seriamente en pedir el traslado de una vez por todas a otra comisaría.

Por otro lado, Lara no hace más que refugiarse en el trabajo incapaz de superar la muerte de su amiga África. “Si hubiera estado con ella la habría protegido de su novio”, le cuenta a Iván, quien le sugiere que no se deje llevar por la culpa. “Hiciste todo lo que estaba a tu alcance”, sentencia el oficial.

Después, el chico se cita con su novia, Ainhoa, que le propone irse a vivir juntos: “Ahora que nos hemos reconciliado es el siguiente paso que deberíamos dar”. No obstante, él no se muestra muy partidario de la idea.

Cerca de allí, Lidia y Néstor consiguen que Alba confiese la verdad de su relación sentimental con Lucas y les da indicaciones sobre su paradero. El cuerpo entero se moviliza para darle caza, pero el operativo no sale como los agentes tenían planeado

A su vez, los avances de Bruno en el espionaje a las Velasco no satisfacen las expectativas de Quintero, que urde un plan para conseguir más información y usarla contra las hermanas. “Debo conseguir que me den alguna pista que pueda llevarme a Vlado Khan”, comenta a Hanna en el Moonligh.