En busca de la verdad; ‘Servir y proteger‘

En el caso del asesinato del músico de jazz Jon Villegas, todo apunta a Helena Cienfuegos como culpable. Sin embargo, Carlos y Yolanda tienen dudas. “No lo veo claro. Las pruebas la señalan a ella, pero yo no descartaría nuevas hipótesis”, comenta el inspector con su binomio, hasta que por fin logran resolver el asunto.

Tras la marcha de Bremón, Miralles se centra en su lucha por el puesto de comisaria, cuando se da cuenta de que Félix está ayudando a Arias a conseguir lo mismo. “Has venido para facilitarle el terreno y que así pueda acceder al cargo pasando por encima de mí. Esto es una traición”, encara al nuevo agente.

Más tarde y pese a los contactos de Bernardo Arias en el departamento de personal, la buena nota de Claudia la lleva a obtener el puesto. “¡Enhorabuena! Lo merecías”, la felicitan sus compañeros. Quien sufre las consecuencias es Durán. “No es justo que cuentes con otro inspector jefe”, protesta el policía sin éxito.

La muerte de Eva sigue atormentando a Beatriz, que sospecha de Quintero. “¡Me dirás ahora mismo si tú la mataste!”, increpa a su exsocio a punta de pistola. Otro descubrimiento trastoca el equilibrio de la chica. “¡Sabías que mi padre me secuestró y siempre me lo ocultaste! Eres igual que ellos. No quiero volver a verte”, advierte a Lucía con quien rompe para siempre.

En comisaría, Iván pierde la pista de la hacker Blue Demon cuando iba a darle información sobre Argos. Eso, unido a lo mal que está pasándolo por la ruptura con Lara, lleva al joven a tocar fondo. Una noche, borracho, intenta ligar con Yolanda, algo de lo que se arrepiente al día siguiente. “Lo siento mucho, no debí hacerlo”, se disculpa delante de las dos chicas.

Lidia se enfrenta con Félix a raíz del duro interrogatorio a Beatriz, pero la Velasco tiene ya otros objetivos en la cabeza. Al enterarse de que Quintero vende el pub, le hace una oferta y se lo compra.

Mientras tanto, la policía Alonso y su hermana continúan investigando la muerte de Eva, cada una por su lado.

Sabiendo del nuevo negocio de su consuegro, Miralles lo visita sin imaginar que ha vuelto a asociarse con Víctor Salas.

Por su parte, Espe recibe una propuesta inesperada de Susana, una mujer que es condenada por matar a su marido en defensa propia.