El regreso de Hanna; ‘Servir y proteger‘

Después de ayudar a Espe, Paty sufre una campaña de desprestigio en las redes sociales. “Todo lo que están diciendo son calumnias, tengo que frenar esto”, comenta con Lara, que la aconseja denunciar. Finalmente, Iván descubre al responsable de los ataques.

Aún desorientada sobre la muerte de su marido, Yolanda confiesa a Carlos sus sospechas. “No fue un suicidio”, le revela y, más tarde, pide a Miralles reabrir la investigación.

Al barrio llega una visita inesperada. “¡Hanna! Qué alegría volver a verte”, exclama Quintero al encontrarse con ella. La ucraniana también se ve con Lidia.

“He tenido que volver de mi país para buscar a Yurina, una chica que se dedica a la prostitución y que ha desaparecido”, explica a la agente, que decide ayudarla no sin antes contarle que Beatriz es su hermana. Cuando juntas encuentran a la joven, lo celebran con un tierno beso recordando viejos tiempos.

Ante la importancia del caso Argos, Bremón llama a Miralles. “Tienes que continuar al frente de esa investigación. Es crucial”, le ruega.

En comisaría, Andrea se inquieta al ver llegar a su exmarido. “Tenemos problemas con el piso”, le informa, aunque en realidad la casa está a punto de ser embargada. Además, la investigación de la inspectora jefe sobre el tráfico de drogas encuentra una nueva vía cuando descubre que Jota es uno de los vendedores. “Sé mi confidente y no te denunciaré”, propone al camarero.

Por otra parte, el caso de Sheila mantiene en vilo a Espe. “¿Has visto lo nerviosa que se ha puesto con la llamada de su madre?”, pregunta a Lara. Pero lo peor está por llegar: esa misma noche, la menor se escapa. “Voy a buscarla”, anuncia Beltrán.

Pese al distanciamiento que habían pactado, Quintero y María pasan otra noche juntos. “Me apetece seguir viéndolo”, reconoce la dueña de La Parra a Miralles, que se lo desaconseja. Fernando desea lo mismo.

Una nueva preocupación atormenta a Lidia al descubrir que Hanna ha sido amenazada de muerte en Ucrania.