El pasado martes, 30 de julio, la infanta doña Pilar cumplió 83 años. Una fecha marcada en el calendario que quiso celebrar junto a los suyos en su residencia de Mallorca, ubicada en la urbanización Sol de Mallorca, lugar hasta donde se acercaron algunos de sus hijos y nietos. Entre ellos, Fernando, Beltrán y Simoneta Gómez-Acebo, su primogénita. Ésta última estuvo acompañada por uno de sus hijos, Pablo Fernández-Sastrón. Otros de los invitados fueron el empresario Eduardo Roldán o la pintora y promotora Mayte Spinola, gran amiga de la duquesa de Badajoz, quienes estuvieron presentes en el almuerzo familiar marcado por las ausencias.
Este año no se han acercado al cumpleaños su hermano, el rey emérito Juan Carlos, que ya ha abandonado la isla balear, ni su cuñada, la reina Sofía. Tampoco el rey Felipe y doña Letizia, que tenían el mismo 30 de julio que cumplir con sus compromisos de agenda, antes de volar hasta Mallorca para dar el pistoletazo de salida a sus vacaciones estivales.
A las ausencias se une el hecho de que la infanta se está recuperando del cáncer de colon que le diagnosticaron el pasado mes de febrero, precisamente cuando se encontraba en su casa de Mallorca. Tuvo que volar a Madrid, donde fue intervenida de urgencia y pasó más de veinte días ingresada en el hospital Ruber Internacional. Por suerte, la operación salió bien y ahora puede disfrutar del verano en su residencia mallorquina rodeada de sus hijos y nietos.
Algunos de sus vástagos tampoco han podido estar presentes en esta celebración familiar por encontrarse de vacaciones, por lo que seguro que después organizará otro encuentro con todos ellos para que la puedan felicitar en persona y disfrutar de un rato agradable rodeada de los suyos. Y es que la hermana de don Juan Carlos es una persona muy familiar, encontrando en sus hijos su mayor apoyo para sobrellevar los duros momentos que la ha tocado vivir.
