Rocío Carrasco: así era realmente la relación con su madre, Rocío Jurado, tras las cámaras

El matrimonio del boxeador Pedro Carrasco y la cantante Rocío Jurado en 1976 paró el país, y no hubo quien no se enterara del enlace. Por aquel entonces, él ya era una leyenda del deporte y estaba retirado. Ella seguía trabajando para llegar a convertirse en lo que fue: 'La más grande'. Sólo unos meses después, Rocío se quedaría embarazada de su primera y única hija biológica, Rocío Carrasco. Repasamos en Diez Minutos cómo fueron las dos bodas de Rocío Jurado.

A pesar de que el matrimonio de Rocío y Pedro duró más de 10 años, la pareja sólo tuvo una hija, muy querida y esperada. La niña ya apuntaba maneras, y es que desde el colegió ya empezó con algunos problemas para pasar de curso, especialmente a partir de sexto de EGB.

De 1976 a 1989, la pareja vivió en una auténtica nube, y los medios fueron testigos de su relación... igual que lo fueron de su separación, que fue bastante amigable. Incluso el padre de Pedro Carrasco siguió viviendo en la casa de Rocío Jurado cuando se separaron: "Mi padre venía a mi casa a todos los días a ver a su padre y a verme a mí. Él venía a mi casa y veía a mi madre cuando estaba y comíamos y cenábamos juntos", contó Rocío recientemente.

Por aquel entonces, la pequeña Rocío tenía 12 años. Encajó la noticia como pudo.

Rocío Carrasco ha admitido que en su adolescencia fue bastante testaruda: ella soñaba con ser modelo y dejar los estudios, que era algo que no le llenaba. De hecho, la etapa escolar de Rocío no fue especialmente para el recuerdo: ya desde pequeña les daba a sus padres disgustos con las notas del colegio, y durante la emisión de 'Montealto: regreso a la casa' pudimos descubrir su boletín de notas de sexto de primaria: "¡En sexto ya tuviste tu primer suspenso en Educación Física!", advirtió Jorge Javier Vázquez. "Era vagueta y no me gustaba. ¿Qué hago?", respondió con humor al presentador.

En séptimo suspendió lengua extranjera, matemáticas y área social, mientras que en octavo sólo aprobó religión. "Mi madre lo pasaba mal cuando suspendía, pero hasta cierto punto, porque sabía que cuando me pusiera al día iba a aprobar", aunque sólo lo conseguía cuando su madre le amenazaba con no ir a Chipiona, algo a lo que ella no estaba dispuesta a renunciar.

Fue a los 17 años cuando una sobreprotegida Rocío conoció al que sería su pesadilla años más tarde: Antonio David Flores. Con él vivió en una nube hasta que se empezó a dar cuenta de que su relación estaba basada en una mentira tras otra: Rocío contó en su docuserie 'Contar la verdad para seguir viva' que ella, al principio, estaba cegada de amor, y le perdonó incluso las infidelidades o algún que otro supuesto episodio violento.

"Mi madre me decía que me iba a arrepentir, que Antonio David iba a ser mi perdición", recordó. "Mi padre me dijo: 'Te va a arruinar la vida y te va a hacer una barriga porque es lo que quiere'. No se equivocó ninguno de los dos", añadió.

Tras el verano, y tras la boda de Rocío Carrasco con Antonio David, llegó, el 13 de octubre 1996, la primera hija de la pareja, que siguió la estela de madre y abuela con el mismo nombre. La pareja estaba feliz, y la abuela encantada de tener su primera nieta, con la que se le caía la baba. Rocío Flores consiguió unir aún más a madre e hija, aunque la artista, que aceptaba 'a ratos' la relación, seguía sin tragar a Antonio David por los quebraderos de cabeza que le daba a su hija.

Según ha revelado Rocío en su docuserie, su madre estaba al tanto de todos los problemas existentes en su matrimonio, unos problemas que no acabaron cuando ella decidió divorciarse con dos hijos de por medio, Rocío y el pequeño David: "Cuando me traía a los niños se aseguraba de que hubiera fotógrafos. Él aprovechaba para insultarme, me increpaba, decía 'te los voy a quitar y te van a odiar, hija de puta'", recordó con dolor en su docuserie. Unas palabras que llegó a escuchar la propia Rocío en una ocasión, en la que se enfrentó a Antonio David. La relación de madre e hija durante el divorcio de Rocío se volvió aún más férrea.

Igual que Rocío Jurado rehizo su vida con el torero, Pedro Carrasco hizo lo mismo con la peluquera Raquel Mosquera. Por aquel entones Pedro y Rocío tenían una relación mucho más fluida, e incluso Rocío hizo de madrina de la boda de su padre. Sin embargo, según Rocío Carrasco, tanto su madre como su padre se murieron ambos enamorados el uno del otro, algo que dejó entre ver también Raquel en el programa 'Viva la vida': "Durante los dos primeros años de noviazgo, Rocío intentó dos veces que Pedro volviese y no volvió con ella. Eso es un hecho, es una realidad", confirmaba.

"Nos llamaba a las 3 ó 4 de la mañana mientras dormíamos, para decir que se había peleado con su hija y que fuera a recogerla, y él le decía que iría por la mañana. Y no sabíamos si era para recoger a Rocío Carrasco o porque quería verle", añadió.

También en 1999 la vida de Rocío y José Ortega Cano daba un vuelco: tras años intentando ser padres, la pareja tomó la opción de adoptar, y se marcharon hasta Colombia para traer a España a los que serían después sus dos hijos: Gloria Camila y José Fernando, una decisión en la que la pareja tuvo el beneplácito total de Rocío Carrasco, que por aquel entonces tenía 22 años.

Ahora ya no se habla con ellos -especialmente con Gloria desde que ésta se posicionara junto a Antonio David y su sobrina, Rocío Flores-, pero Rocío reveló en su docuserie que ella tuvo un papel fundamental en la adopción: "Yo estaba encantadísima con que los niños vinieran, sabía que a mi madre le hacía muy feliz. Muy feliz, porque a su vez ella estaba haciendo feliz a José con eso. Mi madre tenía la etapa cubierta de maternidad, pero José no. Yo era feliz porque ella era feliz haciendo que José se sintiera bien", reveló Rocío, que además aportó su granito de arena al proceso de adopción: "Yo estaba encantada con los niños. Por edad, si mi madre y José no hubiesen contado con nadie que les respaldara, no hubiesen podido adoptarlos. Hacía falta la firma de alguien para que en caso de que a ellos les sucediera algo, los niños quedaran debidamente atendidos, y esa persona que firma soy yo", aseguró.

El ex colaborador de televisión hizo carrera de su relación con Rocío Carrasco incluso después del divorcio, y acusó a Rocío de haberle sido infiel con unos y con otros. Ella, sin embargo, se mantuvo firme y alejada lo máximo posible de la televisión en un momento complicado para ella: acababa de tener su infame accidente de coche con Fidel, en el que casi pierden la vida. Pedro Carrasco creyó que la culpa había sido de Fidel, y les retiró la palabra a ambos tras una fuerte discusión.

Si Rocío murió enamorada de Pedro Carrasco (y viceversa) nunca lo sabremos con certeza, pero lo que sí demostró la artista es que su relación con Pedro y con su última mujer, Raquel Mosquera, era buena. De hecho, lo dejó muy claro en una entrevista exclusiva que concedió a Diez Minutos: "Raquel puede contar conmigo para lo que quiera", dijo tras la muerte del ex boxeador.