Todos los detalles de la relación entre Antonio David Flores y Rocío Flores

Rocío Flores llegó a una familia en la que no tendría una vida de una persona normal. Primera nieta de una de las cantantes más importantes de la historia de España y del campeón del mundo de boxeo, estaba claro que Rocío nacía siendo ya famosa, lo cual ha sido un arma de doble filo, y no todo han sido alegrías.

Rocío Flores Carrasco llegó al mundo el 13 de octubre de 1996.

A su madre, Rocío Carrasco, el embarazo le costó más de una pelea con sus padres porque, según ha revelado ella recientemente en su docuserie, no les gustaba Antonio David como su pareja, y mucho menos como padre de sus nietos. Incluso estuvo distanciada de su padre, Pedro Carrasco, durante mucho tiempo por este hecho. Sin embargo, Rocío, cegada de amor, quería formar una vida y una familia a su lado. Con los años, Antonio David se convertiría en su pesadilla personal, pero con sus hijos fue otra historia.

Antonio David también sentía un profundo amor por su primera y única hija (hasta que en 1998 llegó su segundo hijo, David Flores Carrasco), una relación que ha mantenido con los años, aunque según Rocío Carrasco, ha sido a su costa.

"Mi hija se sentía protegida, elegida, querida. Esa era la imagen que ella tenía", contó en su docuserie, pero la cosa empezó a cambiar con la ruptura y el divorcio, después de unos supuestos episodios violentos, especialmente verbales y psicológicos, que hicieron la convivencia imposible. "Te voy a quitar a tus hijos", asegura Rocío que le dijo Antonio David.

Cuando Rocío Carrasco vio que su matrimonio con Antonio David iba de mal en peor, decidió divorciarse de él, a pesar de haberlo intentado todo y con dos hijos en común. La hija de 'La más grande' intentó por todos los medios que la separación fuera, rápida e indolora, y sobre todo que no afectara a sus hijos, algo que Antonio David habría decidido que fuera justo al contrario: el ex Guardia Civil se paseó por todos los platós y revistas hablando mal de la madre de sus hijos, soltando improperios, algunas mentiras y varias verdades tergiversadas, según se desprendió de la primera parte de la docuserie de Rocío.

En medio, los hijos de ambos, que ahora que son adultos pueden comparar las versiones de uno y de otro, aunque quizá no lo hagan por lo doloroso que podría ser verles enfrentados. "Me han llamado mala madre demasiadas veces. No solo por la calle, me lo han dicho en medios y en programas de televisión. Y me han hecho sentirme como tal. Demasiadas veces. Nunca se le ha cuestionado a este señor, siempre han dado por veraz lo que esta persona ha dicho de mí. Si yo no hubiese tenido a mis hijos, a mí todo eso no me hubiese importado en absoluto, pero eso era lo que ellos recibían día a día. Y lo que se les estaba quedando en la mente", dijo en la docuserie Rocío.

Fue precisamente durante la separación cuando Rocío Carrasco se dio cuenta de que tenía un gran problema, porque cada vez que la joven volvía de casa de su padre, llegaba con una actitud pasota e incluso desafiante, y hubo un detalle que descolocó a Rocío cuando la pequeña tenía sólo 9 años, tras su separación, y tras perder a su madre, Rocío Jurado, en 2006: "Llegó Rocío y me dijo: ‘Mamá, ¿ahora qué va a pasar con las casas de la abuela de Miami?'. En ese momento supe que todo había cambiado".

Antonio David había plantado "la semilla del mal", como ella misma dijo, algo que actuaba como un imán que atraía a su hija hacia él y la alejaba de su madre. La joven, además, tuvo una adolescencia muy rebelde, y no soportaba los límites que su madre imponía en su casa. Unos límite mucho más laxos en casa de su padre, aunque Rocío Flores siempre ha dicho que su padre se encargó muy bien de su educación, que no le ha faltado de nada y que nunca ha visto odio hacia Rocío Carrasco en su casa.

En 2009, Olga Moreno entró de forma oficial en la familia como la nueva pareja de su padre, con la que ha tenido siempre muy buena relación, e incluso la considera como una segunda madre.

Olga y Antonio David afianzaron su relación hasta el punto de casarse y tener una hija en común, Lola. Una hija que llegaba al mundo tras la insistencia de Rocío de tener una hermanita. Padre e hija han mostrado una unión férrea en la crianza de la pequeña, y es que, cuando Olga participó en 'Supervivientes', estuvo ayudándole con la niña.

Precisamente la pequeña es uno de los nexos que les mantiene cerca y unidos a pesar de la separación.

La mala relación de Rocío Flores con su madre, a la que Antonio David habría echado mucha leña al fuego, tocó fondo con el famoso episodio de la nectarina el 27 de julio de 2012, en el que, según contó Rocío, hubo una fuerte pelea en casa que habría comenzado por una discusión con la ya infame pieza de fruta, y acabó con un gran enfrentamiento.

Aquello hizo que la adolescente tomara la determinación de irse a vivir con su padre definitivamente, con lo que Rocío dejaba claro de parte de quién estaba en la guerra familiar.

Rocío, como cualquier chica de su edad, comenzaba a hacer su vida desde la adolescencia, momento en el que se echó novio, un chico llamado Manuel. Antonio David, por supuesto, ya le conoce y el joven se ha integrado muy bien en la familia, y se les ha visto juntos comiendo o de paseo en numerosas ocasiones.

En un primer momento, tras conocer que ella era la nueva pareja de su padre, entre ambas existió cierta tensión, y es que Rocío Flores confesó que necesitaba tiempo para asimilar todos los cambios que estaba habiendo en su familia.