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La vida de Nerea empieza a sufrir grandes cambios cuando
su padre llega a Madrid. Adolfo Ocaña tiene un carácter opuesto al de su hermano Marcelino y la abogada va a encontrarse entre la espada y la pared ante sus propuestas.
El intrépido empresario está pensando en invertir en un negocio de criptomonedas y su hija se teme lo peor.
Tiempo después, y tras su estrepitoso fracaso, el hombre no tiene más remedio que vender la casa
familiar. “Para ello necesito tu firma”, anuncia a Nerea. Además de un enorme disgusto para ella, también provoca que tenga un fuerte enfrentamiento con Marcelino
que siempre ha estado del lado de su sobrina, y más en estos momentos tan delicados.
Inesperadamente, Bremón recibe la visita del inspector Castillo, del Distrito 2, que está interesado en saber por qué detuvo a Ricky.
El comisario busca desesperadamente a su hija, desaparecida hace algún tiempo, y las noticias que le trae Castillo sobre ese asunto no son nada buenas.
Muy afectado por la relación que María ha establecido con Jesús, y para tratar de confirmar las sospechas que tiene sobre el frutero, Elías sigue investigando cuál es su auténtica identidad.
Tras descubrir alguna pista importante, Merino no tiene más remedio que confesar al policía quién es realmente. “Tuve un pasado delictivo. Por eso abandoné mi otra ciudad y me instalé en el barrio”, expresa abiertamente.
“No puedo evitar sentirme atraído por ti, y más después de lo que te ha pasado”, le confiesa. Ella, que todavía tiene muchas dudas acerca de lo que siente, decide tomárselo con mucha calma. “Ha pasado muy poco tiempo. Aún tengo a Rober en mi corazón”, reflexiona.
Por su parte, Alicia ya está totalmente recuperada y decide volver a la comisaría, algo que la obligará a reencontrarse con Iker. Este, que ha echado mucho de menos a su compañera de patrulla, se siente cada vez más cerca de ella y se atreve a besarla, situación que altera mucho a la policía.
Paty está muy contenta de su relación con David y, ante la
buena marcha de su historia, decide contarle a Jairo que están juntos.
“Es muy importante en mi vida y me está ayudando mucho”, asegura, pero el joven no reacciona
muy bien.
Antonio tiene una crisis profesional muy fuerte al ser atacado por la viuda del paciente a quien atendió, con pésimo final.
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