El infiltrado, en ‘Servir y proteger’

Tras acabar con Marcos Manzanero, Elvira y Ricky discuten con Álvaro sobre cuál es la forma más adecuada de deshacerse del cadáver.

El joven quiere llamar a la Policía, pero ambos se niegan. “No podemos destrozar nuestra vida por un ser que no merece la pena. Entiende que lo mejor es que ocultemos lo que ha ocurrido y nos olvidemos del asunto”, dice su hermano.

Su madre, recurre al chantaje emocional para evitar que el mecánico los delate: “Ya he perdido demasiado. En estos momentos somos una familia feliz y debemos continuar adelante con nuestras vidas. No nos merecemos terminar nuestros días en prisión, hazlo por mí, llevamos la misma sangre y te quiero”.

Semanas después, el plan de la matriarca de los Soler surte efecto y los agentes creen que el fallecido en realidad ha huido a Costa Rica. “Ahora no tendrán nada contra nosotros. Saldremos bien librados de esta”, piensa.

Por otro lado, Miralles da el aviso en comisaría de un repunte de partidas clandestinas de póquer en el barrio. “La adicción al juego es una de las más peligrosas, si esto se extiende puede traer grandes problemas entre los vecinos”, advierte.

Serán Silvia y Toni quienes se pongan a cargo de la investigación. Este último, a espaldas de sus superiores, decide infiltrarse en un grupo de jugadores de cartas y así contacta con Montero con la intención de sacarle información.

“Ya es hora de que me tomen en cuenta en mi trabajo. Es momento de que vean que soy capaz de hacer lo que sea necesario. Voy a descubrir que está pasando”, se dice a sí mismo.

Ajena a todo, Alicia recibe en el hospital a Julio, que ha regresado a la ciudad tras enterarse de que su padre fue herido por Konchalovsky. “No te dejaré solo”, afirma el muchacho.

Fernando no presenta ningún síntoma de mejoría y por eso los hermanos se ven obligados a tomar la difícil decisión de si desenchufarlo o no del respirador que lo mantiene con vida.

Pablo, por su parte, sigue adelante con su relación con Espe. El estrangulador cree que la Policía tiene nuevas pistas sobre los crímenes que ha cometido y nuevamente usa su noviazgo con la detective para meterse en su ordenador e investigar qué pesquisas han obtenido.