Así son las bacterias buenas

Nuestro peso incluye casi dos kilos de bacterias útiles. Constituyen lo que se llama “flora intestinal” o “microbiota” y nos ayudan a hacer la digestión y asimilar los nutrientes.

Poca gente sabe que, cuando nos subimos a la báscula, hasta dos kilos de nuestro peso son bacterias útiles. Constituyen lo que los científicos llaman “flora intestinal” o “microbiota” y ayudan a nuestro sistema inmune, a la digestión y la asimilación de proteínas.

Los científicos encuentran en la actividad de estas bacterias algunas novedades. Por ejemplo, su acción preventiva en algunos tipos de cáncer intestinal o hepático y su vinculación a nuestras defensas. La mayoría de células inmunitarias están en el intestino.
Cuidado con la dieta y los antibióticos

Un ejemplo que citan los investigadores es el del abuso de antibióticos, que arrasa la flora y allana el terreno para la llegada de alergias y otro tipo de problemas intestinales. También una dieta incorrecta donde abunden grasas, harinas refinadas y los azúcares puede ser perjudicial. A nuestras bacterias buenas les conviene una dieta con abundante fibra procedente de frutas, verduras y legumbres.

Síndrome del intestino irritable

Hay varias enfermedades intestinales, como el síndrome de intestino irritable, cuya solución es compleja. Parece que los pacientes que lo padecen tienen un sobrecrecimiento de determinadas bacterias en su intestino.

Entre un 9 % y un 21 % de la población padece intestino irritable y, sobre todo, afecta a las mujeres. Se manifiesta con dolor abdominal, sin localización precisa, que se alivia al deponer, y muestra cambios en el hábito intestinal.

El trasplante fecal se plantea como una solución para estos pacientes. Se transportan las bacterias de las heces de una persona sana al intestino de una persona enferma. En algunas infecciones, los resultados son espectaculares a pesar de que hablar de trasplante fecal crea rechazo inicial. Hablar de “transferencia de bacterias intestinales” suena mejor.

Fibra para niños

Los más pequeños de la casa también pueden padecer trastornos intestinales de este tipo porque, precisamente para luchar contra las clásicas enfermedades infantiles, se les prescriben antibióticos que dañan su flora intestinal.

Por este motivo, es importante reponer su flora con yogures, por ejemplo, y después hay que mantener una dieta abundante de verduras, legumbres y frutas.

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