Se puede pensar que ya se ha hablado mucho sobre lactancia materna, pero lo cierto es que son muchas las mujeres que viven la lactancia con sufrimiento y con muchas dudas. Por eso, Raquel Velasco, médico especialista en pediatría y consultora internacional de lactancia materna (IBCLC), ha publicado el libro 'Lactancia materna. ¡Empieza el viaje!' (Editorial Planeta), una obra que forma parte de la nueva colección 'Lucía, mi pediatra recomienda', de la popular pediatra Lucía Galán.

raquel velasco, lucía galán y gonzalo pin presentando la nueva colección literaria
JAVIER OCANA
Raquel Velasco, Lucía Galán y Gonzalo Pin presentando la nueva colección "Lucía, mi pediatra recomienda".

Durante la presentación de esta colección, la experta en lactancia aseguró que la falta de información, de apoyo y de acompañamiento son las causantes de que acaben o fallen muchas lactancias y reconoció que, a pesar de ser pediatra, hasta que no tuvo a su primer hijo no se dio cuenta de que sabía muy poco sobre lactancia materna. También habló del destete, afirmando que se trata “de un momento crítico, que no es fácil, que llega (si es dirigido por la madre) cuando pesan más los momentos de agobio que de disfrute y para el que es necesario buscar acompañamiento”. Charlamos con Raquel Velasco sobre lactancia, mitos y otros aspectos sobre la crianza.

¿Por qué este libro? ¿Cuál es su objetivo?

Raquel Velasco: “El objetivo es que cualquier mujer que quiera dar el pecho o que esté haciéndolo tenga información que le permita resolver las principales dudas que le puedan surgir a lo largo de su lactancia, porque hasta las lactancias que van maravillosamente tienen sus momentos críticos. Este libro es para ayudar a las mujeres a hacerse una idea de lo que es la lactancia materna y de lo que es un bebé amamantado, porque no siempre tenemos esa idea clara, esas expectativas claras. El objetivo es que la mujer tenga esa información que le permita decidir sin juicios, sin miedos y que pueda disfrutar de la lactancia que quiere y que la lactancia que consiga se parezca lo máximo posible a la que tiene en su cabeza”.

"Somos una generación que hemos desaprendido lo que es la lactancia materna. Confiamos en que con el instinto va a ser suficiente, pero necesitamos instinto y aprendizaje".

Muchas mujeres siguen sufriendo con la lactancia, ¿en qué seguimos fallando?

R.V: “El problema fundamental es la falta de información, la falta de preparación y la falta de acompañamiento. Somos una generación que hemos desaprendido lo que es la lactancia materna, entonces confiamos en que con el instinto va a ser suficiente, pero no es así, necesitamos instinto y aprendizaje, si no tenemos ese aprendizaje nos encontramos con que cuando llegan dificultades o llegan comentarios que escuchamos, nos entran dudas y las lactancias se tuercen. Las lactancias que se tuercen o que se quedan por el camino, lo hacen por falta de información y, además, por falta de acompañamiento de todo nuestro entorno, de la pareja, del entorno social y de los profesionales sanitarios que, en su gran mayoría, no están formados en la lactancia materna”.

"Las lactancias que se tuercen o que se quedan por el camino, lo hacen por falta de información y, además, por falta de acompañamiento".

Hablas de que hay profesionales sanitarios que están muy desactualizados en lactancia, ¿por qué sucede esto?

R.V: “Cuando yo me formé en la carrera de medicina no estudié la lactancia materna en absoluto. Recuerdo un folio en el que ponía “composición de la leche materna”, ya está, eso es todo lo que estudié de la lactancia y en la especialidad de pediatría, cuatro años, tampoco recibí ninguna formación en lactancia materna. Eso va cambiando, pero muy poco a poco. En la mayoría de profesiones sanitarias, medicina, enfermería, fisioterapia…no hay unas horas específicas de formación en lactancia materna y eso hace que una gran parte de los profesionales que acompañan a los niños y a las madres lactantes no tengan conocimiento sobre la misma, con lo cual, no pueden brindar ese acompañamiento tan necesario en las dificultades de la lactancia. Para que eso cambie, en primer lugar, lo ideal sería que todas las profesiones sanitarias dentro de su formación universitaria tuviesen una formación más amplia respecto a horas en la lactancia materna, la formación práctica también, en enfermería, en medicina, en cualquier medicina de familia, cualquier profesional que esté en relación con madres y con bebés debería recibirla, y, como no es así, ahora lo que ocurre es que sólo nos formamos los que, por algún motivo, nos interesa, y en general el motivo suele ser cuando tienes un hijo y tienes dificultades con la lactancia”.

Los mitos sobre la lactancia son algunos de los más extendidos. ¿Cuáles son los más populares?

R.V: “Hay muchísimos mitos que están muy extendidos y que no tienen ninguna base científica, forman parte de la cultura popular o como lo quieras llamar. Uno de ellos es el clásico “tu leche no alimenta”. Todas las leches maternas alimentan. Otro de ellos está relacionado con la alimentación de la madre, por ejemplo, “no comas garbanzos que le pasas al bebé los gases”, lo que come la madre puede hacer que la leche cambie de sabor, pero nada más. “Si te duele es normal”, este es otro mítico, pero una lactancia que va bien no debe doler, hay que ver por qué duele. “Si tu bebe tiene más de un año y mama, te va a descalcificar”, no es cierto, a mayor duración de la lactancia materna, más beneficios para ambos. Otro muy extendido es la idea de que hay que preparar el pecho para la lactancia, pero no hace falta preparar el pecho, lo que hace falta es informarse. Y otro de ellos, quizá uno de los más conocidos, es que del tamaño del pecho depende la capacidad de amamantar. No es cierto porque el tamaño de la glándula mamaria es muy similar en todas las mujeres, lo que cambia con respecto a la forma y al tamaño de nuestro pecho es la grasa que rodea esa glándula, pero la glándula es muy similar en casi todas las mujeres, salvo casos muy excepcionales de mujeres en los que sus glándulas no están totalmente desarrolladas y ahí sí puede haber algún problema derivado de una insuficiencia glandular, pero esos son casos muy poco frecuentes. Tener el pecho grande, pequeño, caído o como sea, no determina cómo va a evolucionar tu lactancia”.

¿Cuáles dirías que son las claves para adquirir una buena técnica de lactancia?

R.V: “Yo siempre insisto en que la técnica de lactancia, la gran mayoría de veces, no es necesaria, es decir, si tú tienes a tu bebé, te lo colocas al pecho y va todo maravilloso, no tienes dolor, el bebé gana peso y ya está, pues todo perfecto, que se coja como quiera. La técnica de la lactancia, es decir, el saber cómo se coloca el bebé, cómo hace el agarre y cómo se coloca la madre te va a servir en caso de que tengas dificultades. Si tú empiezas tu lactancia y tienes dolor, o tu bebé no gana peso, o se le escapa, no puede agarrar… ante esto, tener unos conceptos o unas ideas claras sobre cómo colocar al bebé, cómo hacer ese agarre y cómo colocarte tú, va a permitir que sea más sencillo. Entonces, las claves fundamentales son que la madre esté cómoda, que su espalda esté apoyada, que sus pies estén apoyados, que reposen los brazos, que el cuerpo del bebé esté en línea recta (su oreja, su hombro, su cadera en línea recta) y que su cabecita esté frente al pecho, que no esté más alta ni más baja, pero ya digo, esas son cosas en las que nos tenemos que fijar cuando hay dificultades, si no hay dificultades, que mame como quiera”.

Muchas mujeres han asimilado que dar el pecho duele, pero ¿cuáles son las principales causas de una lactancia dolorosa?

R.V: “Las principales causas son, en primer lugar, una técnica de lactancia incorrecta, porque hay una cosa, muy frecuente, que es que colocamos a los bebés al pecho de la misma manera que hemos visto que se coloca un bebé cuando le damos el biberón, que es con la cabeza apoyada en nuestro hueco del codo, con lo cual, la cabeza del bebé está casi debajo de la axila, no enfrente del pecho. Eso viene derivado de que venimos de una generación en la que lo que ha predominado con respecto a la alimentación infantil ha sido el biberón e intentamos imitar esa posición para colocar al bebé al pecho, y eso hace que el bebé tenga que mamar con el cuello flexionado, en unas posiciones en las que no facilitamos que saque la leche, y como no puede sacar bien la leche hace fuerza, y como hace fuerza, pues hace daño. Esa es la causa más frecuente y la primera que hay que revisar, porque, además, es muy fácil de solucionar, por eso, cuando una mamá tiene dolor tiene que pedir ayuda cuanto antes. Otras causas de lactancia dolorosa son los factores mecánicos o anatómicos con respecto a la boca del bebé, por ejemplo, el frenillo lingual corto, ya que cuando hay un frenillo corto la lengua no se puede mover bien, entonces el bebé tiene que presionar con las encías o con otras estructuras y daña el pezón. También pueden ser obstrucciones, mastitis… pero las más frecuentes son la posición inadecuada y el frenillo lingual corto.

"Las causas más frecuentes de una lactancia dolorosa son la posición inadecuada del bebé y el frenillo lingual corto".
raquel velasco con su libro sentada
JAVIER OCANA

En el libro hablas mucho de la importancia de los grupos de apoyo a la lactancia. ¿Crees que se conocen o recomiendan lo suficiente por parte de los médicos?

R.V: “Cada vez se conocen más, son más las mujeres que los conocen y recurren a ellos. También es una forma de hacer tribu, de compartir, pero no es algo que los profesionales sanitarios tengan en mente como recurso a la hora de ayudar a una mujer con dificultades en la lactancia, es algo más de entre las mujeres”.

Hablando de apoyo, dices en el libro que la lactancia no es sólo cosa de dos. ¿Cuál debería ser el papel de la pareja?

R.V: “Es un error muy habitual pensar que la lactancia es cosa de madre y bebé y ya está, y ahí el padre o la pareja no pinta nada, y nada más lejos de la realidad. Sabemos con mucha certeza que el hecho de que una pareja esté informada en lactancia materna es clave para el éxito de la lactancia. Si eres tú la única que sabes lo que es normal y lo que no o que puedes combatir los mitos, te vas a ver muy sola y, al final, probablemente, lo vas a dejar, pero si tu pareja te apoya y está informada ayuda muchísimo. Además, la lactancia implica estar muchas horas con el bebé al pecho y, si la madre pretende dar la lactancia materna exclusiva y además llevar toda la carga mental y toda la carga de trabajo en casa, por ejemplo, con los otros hijos, se hace muy cuesta arriba. Si la pareja coge las riendas de la intendencia, como yo digo, y se encarga, por ejemplo, de recoger a los otros niños, de mirar lo que hay que comprar, de limpiar la casa, de hacer frente a las visitas, que eso es algo que a las madres, a veces, nos molesta mucho en las primeras semanas y coge las riendas del manejo familiar y te deja a ti con la lactancia, eso hace que tú la vivas con mucha más serenidad y que puedas continuar con ella todo el tiempo que quieres”.

Hay datos que reflejan que 1 de cada 3 madres españolas abandonan la lactancia cuando los bebés sólo tienen tres meses. ¿Qué tiene que cambiar para poder conciliar la lactancia?

R.V: “La Organización Mundial de la Salud y todos los organismos oficiales que velan por la salud infantil recomiendan la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y luego, acompañada de otros alimentos, hasta los dos años y tanto tiempo como la madre o el niño deseen. Eso ya choca de entrada con el permiso laboral de las madres. Si tienes que ir a trabajar a las 16 semanas, ya ahí algo no cuadra. Debería cambiar toda la red de apoyo a la lactancia, que son los profesionales sanitarios, que deben saber acompañar, es la pareja, que debe apoyar las decisiones de la madre y acompañar en las otras necesidades familiares, es la familia directa y son las medidas sociales y laborales que, por supuesto, tienen que apoyar la conciliación. Si tuviésemos esa red de apoyo, podríamos mantener la lactancia mucho más tiempo. Más del 80% de las mujeres, cuando les preguntas por su deseo de amamantar antes de tener un bebé, quiere amamantarlo, pero a los seis meses queda menos del 30% que lo hace. ¿Por qué? ¿Porque han cambiado de opinión? No. Es porque se han encontrado con dificultades, con falta de apoyo”.

"Si tuviéramos una buena red de apoyo a la lactancia, podríamos mantenerla mucho más tiempo".

Raquel, ¿qué es lo más gratificante para ti de haber escrito este libro?

R.V: “Conseguir que las mujeres que quieran dar el pecho puedan decidir sobre sus lactancias. Que nadie decida por ellas, que sean ellas las que deciden”.

Lactancia materna: ¡Empieza el viaje! (Lucía, mi pediatra recomienda)

Lactancia materna: ¡Empieza el viaje! (Lucía, mi pediatra recomienda)
Crédito: Amazon
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Periodista especializada en parenting y familia, educación y salud. También tengo un largo recorrido y disfruto escribiendo sobre belleza y moda femenina.


Me encanta comunicar, contar historias e informar, por eso me decanté por el periodismo, pero también porque disfruto aprendiendo cada día.  


Me licencié en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y compaginé después mi faceta profesional con el estudio de un máster especializado en periodismo multimedia. Desde entonces he pasado por diversos medios, seguí formándome y amplié mi pasión por el mundo online estando al frente de las webs de revistas como Ser Padres y Mía, entre otras. 


Soy amante de la lectura, la poesía, me encanta viajar, descubrir y, sobre todo, disfruto si mis artículos ayudan a los lectores a solucionar dudas y a hacer su día a día un poquito más ameno y fácil.