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Tanto niños como adultos, generalmente, pasamos mucho tiempo esperando y deseando la llegada de las vacaciones de verano para disfrutar de unos días de desconexión, de poder tener más tiempo en familia y hacer planes juntos. Sin embargo, las vacaciones también traen algunos problemas o dificultades añadidas.
La conciliación es un problema para muchas familias cuando llegan las vacaciones de verano y tienen que hacer malabares para compatibilizar que los niños tengan más tiempo libre en casa con tratar de buscar opciones para ellos, recurriendo a su cuidado por parte de los abuelos, otros familiares, recurrir a actividades extraescolares y a los famosos campamentos de verano. Otro de los problemas que suele aparecer es que, al pasar más tiempo todos juntos, cambiar los horarios y las rutinas, entre otras cosas, son más frecuentes los roces, las discusiones y las pérdidas de nervios con los hijos. Es normal, pero es positivo tener recursos para tratar de evitarlo.
Claves para no perder la paciencia y evitar enfados constantes con los peques en verano
La paciencia y también la empatía son claves para tratar de evitar enfados frecuentes durante las vacaciones de verano. Tal y como explica la vocal del Colegio Oficial de Psicología de Madrid y psicóloga sanitaria experta en infancia, adolescencia y familia, Mercedes Bermejo, hay que tener en cuenta que el verano supone un cambio de rutinas tanto para niños como para adultos "el periodo de verano es muy deseado y en él está la norma de las "3 D" que se deben tener en cuenta en familia: disfrutar, descansar y desconectar, pero para no perder la paciencia lo primero es que hay que ser conscientes de que es una etapa en la que los horarios y las normas en casa no están tan claras, no hay una estructura, hay un cambio de hábitos, puede que los padres a nivel profesional tengan más competencias y en el día a día de la familia pueden surgir dificultades ante las que no se sienten tan competentes, y no se trata de decir aguanto, sino tomar conciencia de que los niños son niños y no es que quieran molestar aposta, es parte de su proceso evolutivo, poner a prueba normas, cuestionar, trasgredir...es parte del proceso evolutivo y de la convivencia intrafamiliar. Es importante esta parte de autoconciencia y analizar qué es lo esperado por cada parte para tratar de tener mejor convivencia y menos desgaste. Hay que normalizar que son periodos en los que hay más discusiones porque hay más tiempo en familia, más desorganización en la planificación familiar y afloran más conflictos, pero hay que poder normalizarlos y es importante saber cómo manejarlos y resolverlos. Es normal que los niños pierdan los papeles, pero no lo es tanto, desde el punto de vista fisiológico y neurológico, que los adultos también los perdamos. Una cosa que suelo hacer en las terapias es preguntar a los padres cómo quieren que sus hijos recuerden ese verano: si quieren que lo recuerden como un periodo de estrés, enfados y nervios o quieren que lo recuerden como un momento de disfrute y de estar en familia. Al final esto es una etapa evolutiva y merece la pena que los adultos tratemos de que sea un tiempo de "las 3 D" que decíamos, normalizando también que haya malos momentos".
Qué límites poner en vacaciones y cómo negociar
Hay que tener en cuenta que el tema de los límites depende de muchos factores y no serán iguales en todas las familias: "dependen de la edad de los niños, de las circunstancias familiares, hay que adaptarlos a cada perfil de familia, pero, en general, lo mejor es que los límites estén claros porque muchas veces los adultos caemos en la incongruencia de, por ejemplo, hoy no puedes tomar un helado después de comer, pero mañana sí, porque yo hoy he dormido peor o estoy más torcida...lo primero es que no caigamos en algo que es muy habitual, que es la incongruencia de los adultos porque ahí es cuando les confundimos".
La experta también aconseja que los adultos tengamos claros qué límites queremos poner y cuántos, ya que no hay que caer en el exceso y esto también ayuda a manejar las rabietas: "hay veces que nos pasamos queriendo poner un montón de límites y los límites no tienen que ser un castigo, tenemos que intentar ser firmes, con autoridad, pero no con autoritarismo, que es muy diferente. Los límites no tienen que ir acompañados de un enfado, los límites realmente lo que dan es seguridad y protección, o sea, cuando estamos marcando un límite realmente lo que estamos haciendo es transmitiendo esa seguridad y esa protección que necesitan los más pequeños para poder sentirse en un entorno seguro. Obviamente hay límites que son mucho más flexibles como puede ser, por ejemplo, a qué hora nos levantamos en verano, pero otros no lo son, hay que ver en qué cosas podemos ser un poquito más flexibles y en qué cosas no y que esos límites estén claros. También lo ideal es que sean poquitos y proporcionales a la edad (cuanto más mayores, más capacidad tienen de responder a unos límites). Podemos ponerlos en un papel en la nevera, hacer un pacto con todos los miembros de la familia y firmarlo. Lo podemos poner también por colores donde están los límites rojos que son los que sí o sí se deben cumplir y los eligen y deciden los adultos porque es importante que entiendan que hay unas figuras de autoridad, en ámbar aquellos que se pueden negociar en función de la conducta que tiene que ver con el comportamiento y en verde aquellas cosas donde los niños son libres como, por ejemplo, jugar en la piscina, qué película ver después de comer, etc".
Cómo gestionar en vacaciones que los peques tengan más tiempo libre
En verano, durante las vacaciones, los niños y niñas tienen más tiempo libre, es así y no hay que caer en el error de tratar de que tengan todo el tiempo ocupado haciendo cosas. A veces, queremos que tengan una agenda muy compleja y no es necesario, ni lo que toca: "el tiempo libre es un tiempo de mucha calidad para ellos, de creatividad, de desarrollo de la fantasía, de expansión...buscar este tiempo libre está muy bien y para gestionarlo hay que darle la importancia que tiene. Hay que ver cómo podemos planificar los horarios teniendo en cuenta que es importante que puedan tener su tiempo libre y se puedan relajar. Cada vez más en consulta vemos que hay muchos niños, niñas y adolescentes que tienen estrés por los ritmos de vida tan vertiginosos que tienen".
Bermejo también incide en la importancia de que sean ellos los que también puedan elegir qué hacer con su tiempo libre y que sean cosas que no tengan que ver con las pantallas: "que puedan elegir si quieren pintar, dibujar, leer...hay que evitar que haya un abuso de pantalla ya que cada vez hay más evidencia de los efectos tan nocivos que tiene para los menores y la falta de desarrollo cerebral como consecuencia de un uso abusivo de la tecnología".
Consejos para unas vacaciones más relajadas en familia
Relax en familia y disfrute son las máximas con las que la mayoría de las familias afrontan el inicio de sus vacaciones de verano, por eso, es importante tener herramientas para poder lograrlo, ser realistas, ajustar expectativas y disfrutar el tiempo. "El curso es una época muy difícil a nivel de horarios, a nivel de exigencia, de presión. Es importante en vacaciones tener tiempo de calidad, tiempo de ocio donde cada uno también pueda elegir qué cosas le gustan y no le gustan hacer. Los adultos debemos ser conscientes de que tenemos que adaptarnos también a los niños y, quizá, un día después de comer nos toca ver una película de dibujos animados que no nos gusta, igual que les pedimos a ellos que nos acompañen al supermercado, por ejemplo. Puede ser un periodo donde papá y mamá o los cuidadores primarios estén más disponibles. Es tiempo de las 3 D".
En cuanto al uso de pantallas, la experta también incide en que el verano puede ser un buen momento para que los adultos también traten de limitar su uso para poder estar más en la vida real y no tanto en la vida virtual.
La planificación y la organización también son importantes y ayudan en la dinámica familiar en vacaciones: "que los niños sepan dónde van a ir de vacaciones, cuándo se van a levantar, dónde van a dormir, a quién van a visitar... esta parte anticipatoria les da mucha seguridad. Hay que intentar no hacer tanto planes de adultos desde el punto de vista social, sino adaptarse a los planes que a ellos también les gustan porque lo necesitan, para ellos todo lo que tiene que ver con el juego, con la distensión forma parte también de su proceso evolutivo", aconseja Bermejo.
Otro punto importante es intentar no dejar de lado tareas como leer o repasar ciertas áreas donde los peques han estado más flojos: "los días son muy largos y es positivo sacar un ratito cada día para leer aunque sea media horita, para hacer alguna pequeña tarea en la que han estado más flojitos durante el curso y eso también ayuda a planificar y organizar", reafirma la experta. Los cuentos cortos infantiles pueden ser grandes aliados.
Mercedes Bermejo también recalca la importancia de mantener ciertos horarios y estructura: "en cuanto a la alimentación, en cuanto al descanso... porque vemos muchos niños irritados, porque igual se acuestan a las tantas de la madrugada y llevan horarios que no son propios tampoco para para sus ciclos circadianos. Ellos al final necesitan más horas para poder descansar y, dentro de que son vacaciones, es bueno que haya un mínimo de rutina y de orden, sobre todo cuanto más pequeños son. Las actividades al aire libre también son mucho más saludables y también mejoran el estado de ánimo, así que hay que incentivar el disfrute y valorar mucho ese tiempo de calidad y... jugar, jugar y jugar, en el caso de los niños".
Periodista especializada en parenting y familia, educación y salud. También tengo un largo recorrido y disfruto escribiendo sobre belleza y moda femenina.
Me encanta comunicar, contar historias e informar, por eso me decanté por el periodismo, pero también porque disfruto aprendiendo cada día.
Me licencié en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y compaginé después mi faceta profesional con el estudio de un máster especializado en periodismo multimedia. Desde entonces he pasado por diversos medios, seguí formándome y amplié mi pasión por el mundo online estando al frente de las webs de revistas como Ser Padres y Mía, entre otras.
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