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Esta edición de 'Supervivientes' parece que está siendo la de los cumpleaños, y es que tras celebrar sus 40 años Jaime Nava, cumplir 30 Adara Molinero y festejar sus 25 Katerina Safarova, ahora ha sido Bosco el que se suma a la lista con sus 25 primaveras. Como en el resto de casos, la organización ha querido regalarle este jueves a Bosco, en plena noche de tensión con expulsiones y nominaciones, una tarta para que soplara las velas y compartiera con sus compañeros. Sin embargo, para el sobrino de Pocholo fue una noche de lo más emotiva, porque era el primer cumpleaños que celebraba solo... y no pudo evitar acordarse de su madre.
A punto de llorar, Bosco confesó que cada año su madre le hace el mismo ritual desde que era pequeño: le tira de las orejas tantos años cumpla, y le añade uno "por la vida". Como este año no estaba ella a su lado -aunque sí le veía desde el plató-, decidió ser él mismo el que se tirara de las orejas: contó hasta 25 y se sumó uno, sin poder evitar que casi se le saltara una lagrimita.
Precisamente él mismo pidió que a producción que la tarta tuviera un 25 y una velita aparte, y fue cuando contó la historia: "Es el primer cumpleaños que no puedo celebrar en familia. Mi madre me tira de las orejas 25 veces y la 26 por la vida, así que las tiro yo". Tras la tradición familiar, soplaba muy contento las velas, una felicitación a la que también se unía Jorge Javier Vázquez en directo. "Viviendo una aventura nueva y aquí solo hay una marcha y esa es 'a tope'", añadía el concursante con su habitual buen ánimo y vitalidad.
Sin duda, Bosco está siendo una de las sorpresas de la edición, y es que, además de entre sus compañeros, el heredero de los Martínez-Bordiú se ha ganado el cariño de los telespectadores a base de buen rollo, aunque también ha conseguido sanciones de la organización por sus temeridades (hasta el punto de tener algún que otro accidente) como poner nerviosos a algunos de sus compañeros. La última, Alma Bollo, que estallaba contra él al enterarse de que no quería compartir el centollo que había pescado.
