Las mejores series eróticas de todos los tiempos

Gira en torno a las diversidades de clase que pueden tener lugar dentro de un edificio escolar. La excepcional capacidad del director Carlos Montero para retratar las diferencias entre los alumnos y ciertos problemas y dilemas que pueden tener un efecto duradero en sus mentes es realmente maravillosa. Cuando se estrenó la primera temporada en 2018, la serie tuvo una gran aceptación.

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¿Qué pasa cuando una abogada y un policía tienen una relación romántica? Pues todo tiene que ver con la química. La serie basada en la relación entre los profesionales mencionados es una obra maestra de la representación sexual. Cuando un policía se libra de un accidente con la ayuda de una abogada empiezan a salir juntos y su química hace vibrar a la audiencia. El director de la serie es Mark Haber y está protagonizada por Anna Alexander y Jonathan Chase.

Es la historia de dos hermanas de ascendencia mexicano-americana. Las características siempre cambiantes de la serie mantienen al público enganchado a ella. Está dirigida por Tanya Saracho y producida por Big Beach Production. La serie está protagonizada por Melissa Barrera, Mischel Prada, Roberta Colindrez y muchos otros.

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La primera serie de Shonda Rhimes que llegó a Netflix se atrevió a preguntar: ‘¿Y si hubiera un drama de época al estilo de Jane Austen... pero con un toque de sexual erótico?’.

Basada en las novelas románticas de Julia Quinn, no imita a Jane Austen sino que parodia nuestras fantasías culturales sobre los británicos ricos de finales del siglo XVIII. La serie maximiza alegremente todo lo que se adora en las fantasías de época: las mansiones son más grandes, los bailes son más decadentes, el mercado matrimonial.

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Hung es una comedia dramática protagonizada por Thomas Jane en el papel de Ray Drecker, un entrenador de baloncesto y béisbol de un instituto de los suburbios de Detroit en apuros que recurre a la prostitución masculina. Con esta estructura narrativa, es bastante obvio que la serie tendrá abundantes escenas de sexo para incomodar a todos los espectadores. Creada por Colette Burson y Dmitry Lipkin, la serie duró dos temporadas y fue alabada por la crítica. El actor Thomas Jane fue apreciado por la madurez de su personaje, al que añadió una capa de matices.

Aunque no es una serie tan valorada como las demás de esta lista, es una visión profunda de, como su nombre indica, la vida de una prostituta. Creada por Lucy Prebble, la serie está protagonizada por Billie Piper en el papel de Hannah Baxter y su vida y encuentros sexuales como prostituta. Se parece bastante a Sexo en Nueva York en cuanto a la representación cómica del sexo. Sin embargo, las escenas gráficas certifican que se trata de un desfile de sexo intensamente gráfico.

Mientras que la mayoría de las series de televisión sobre guerras históricas de la era moderna se han centrado principalmente en lo grotesco de la batalla, como Juego de Tronos, "Los Tudor" opta por centrarse en el rey Enrique VIII (Jonathan Rhys Meyers), su reinado, sus amantes y varios matrimonios. Los Tudor no sigue la cronología real de la historia, lo que le da licencia creativa para adentrarse en otras subtramas interesantes. La serie está repleta de escenas de sexo y desvela las fantasías más oscuras y lascivas del rey, que se han interpretado como pornografía al límite.

Es una serie de una hora sobre la vida de tres mujeres y sus parejas. Gira en torno a tres parejas, cada una con sus propios problemas de intimidad en sus relaciones. Buscan la ayuda de una terapeuta que tiene problemas de pareja. Los problemas que se plantean en la serie sobre las relaciones son totalmente válidos. Además, hace hincapié en cómo las personas se relacionan entre sí como pareja.

Hay escenas explícitas que contienen sexo, en las que se intenta desvelar la verdad sobre cómo actuamos entre nuestras parejas. No tiene dramatismos innecesarios, pero un poco más de imaginación en las escenas de sexo y un sondeo más profundo en las escenas de terapia habrían hecho que la serie tuviera infinitamente más sentido.

Black Sails trata sobre el capitán Flint y sus piratas, una precuela de los acontecimientos del clásico de Robert Louis Stevenson La isla del tesoro. Profundiza con detalle en las minucias de la piratería. La escenografía, la dirección artística, el vestuario, el maquillaje, el diseño de sonido, el montaje y la dirección son buenos. Sin embargo, optan por compensar algunos de los costosos esfuerzos de producción con un entorno controlado y diálogos detallados.

Aquí es donde Black Sails falla en gran medida. No ofrece ni intriga sobre los personajes ni esplendor visual. Los guionistas han tomado personajes de la literatura y los han convertido en personas plenamente desarrolladas. Una serie cuya premisa prometía mucho, pero que, en lugar de crear un vínculo con el público, provoca que éste mueva la cabeza y ponga los ojos en blanco.

Se estrenó a finales de 2008, creada por Alan Ball y basada en las novelas de Sookie Stackhouse. Se estrenó con unos índices de audiencia modestos, pero enseguida ganó popularidad y se ha convertido en la serie más vista de HBO desde Los Soprano. La serie sigue a Sookie Stackhouse, camarera de un bar de Luisiana, cuya vida cambia cuando los vampiros revelan su existencia al mundo.

Es un buen ejemplo de televisión bien hecha: Los personajes, aunque exagerados, son cautivadores; la narrativa puede ser convencional, pero está intercalada con subtramas significativas y giros inesperados; el diálogo es creíble y articulado, y los valores de producción son extremadamente buenos. Sin embargo, pierde un poco el rumbo en la parte central, pero sigue mereciendo la pena verla.

Sigue un tema principal atemporal y se expresa de forma moderna. Es muy divertido ver cómo cuentan una historia desde dos perspectivas diferentes y son capaces de mantener el interés a lo largo de las temporadas. La interpretación es soberbia. Se pueden observar los matices entre las dos historias: el diálogo, el estado de ánimo del personaje, el clima o incluso toda la escena.

Ofrece una visión de un conjunto de relaciones aparentemente normales, pero que, cuando se miran de cerca, no son lo que parecen. Esta serie es para usted si le gustan los romances inquietantes con una perspectiva desde los dos extremos del asunto.

Es una serie original de Netflix basada en un libro que documenta las experiencias reales de una joven que pasó un tiempo en una prisión federal de Connecticut. Sin embargo, a medida que se desarrollan los episodios, seguramente las historias y los personajes se vuelven muy ficticios. Lo más destacado de esta serie es que revela todo de una manera muy interesante. Como un soplo de aire fresco, esta serie encuentra un tipo de honestidad que no se ve últimamente. En general, se puede ver con intensidad y consolida su posición como la serie más peculiar y original de Netflix.

Muestra las diversas relaciones entre unos y otros. La serie original consta de un total de 61 episodios en las 7 temporadas y cada episodio muestra la lucha de un personaje específico.

Sexo en Nueva York es una serie que la mayoría de la gente adora u odia. Es una divertida comedia dramática sobre cuatro mujeres solteras de más de 30 años con éxito que viven en Nueva York y pasan la mayor parte del tiempo hablando de hombres, yendo de compras, practicando sexo, etcétera. Las historias son muy ingeniosas, no es barata ni vulgar, es inteligente y cuenta con excelentes interpretaciones, tanto de las protagonistas como de los personajes secundarios.

Es una comedia desenfadada sobre el sexo, las relaciones y la vida extravagante en la gran ciudad. Puede que "Sexo en Nueva York" no sea la mejor serie de la televisión, pero es una con la que podemos identificarnos. Es honesta y audaz, y muestra que sí, que la vida no siempre es perfecta, pero que se puede hacer que la imperfección funcione.

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Fue una de las mejores series que llegaron a la pequeña pantalla en su momento. Brillantemente escrita e interpretada, la trama avanza con rapidez y mantiene el interés del espectador. La serie comienza presentando a un variopinto grupo de personajes y el pueblo del Oeste sin ley en el que viven. Ambientada a finales del siglo XIX, gira en torno a los personajes de Deadwood (Dakota del Sur), una ciudad de profunda corrupción y delincuencia.

Contiene todos los asesinatos y el caos que cabría esperar en un lugar salvaje sin figuras de autoridad que castiguen las fechorías. A medida que avanza la temporada, los guionistas dan más profundidad y estilo a los personajes. Deadwood tiene tanta calidad que se la recomendaría a cualquiera. Puede que te conquiste.

Las tramas de la serie de Netflix Sex Education transcurren entre los pasillos de un instituto y está protagonizada en su mayoría por adolescentes, pero la realidad es que la ficción británica es un auténtico fenómeno entre públicos muy distintos, independientemente de su edad y generación. El secreto para que así sea, además de por la frescura de sus historias y el carisma innegable de sus personajes, es que Sex Education nos educa sobre sexo y es bien sabido que tanto los adolescentes como los adultos han podido extraer conocimientos sobre sexo y sobre muchas cosas que aún siguen siendo tabú.

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La vida puede desarrollarse de muchas maneras para distintas personas. Como en esta serie The Girlfriend Experience, en la que vemos a una becaria de Derecho que trabaja como prostituta. La serie está dirigida por Lodge Kerrigan y Amy Seimetz, el productor es Steven Soderbergh. Será divertido ver la serie ya que el suspense y la emoción nunca abandonan la pantalla.

Shameless tiene dos versiones: la británica y la estadounidense. Ambas gozan de gran popularidad en sus respectivos países. La serie británica fue desarrollada por Paul Abbott, que también creó con éxito Coronation Street, State of Play y Cracker.

Shameless duró 9 años y constó de 11 temporadas, con un número de episodios incierto en cada una de ellas. Algunas temporadas tuvieron 16 episodios y otras, entre 7 y 8, respectivamente.

La serie está llena de mujeres empoderadas, aspirantes e inseguras ante la vida, que disfrutan de su vida en Nueva York. HBO presenta 6 temporadas que constan de un total de sesenta y dos episodios y se desarrolla a lo largo de 5 años, de 2012 a 2017.

La serie también recibió críticas mixtas por la representación de violaciones y escenas de sexo. Mientras que la serie Girl muestra todas las mujeres blancas, la serie sufre de problemas raciales y de la falta de diversidad racial.

Masters of Sex es un drama sobre los pioneros de la ciencia de la sexualidad humana cuyas investigaciones desencadenaron la revolución sexual. Como el propio título sugiere, la serie tiene un enfoque refrescante de la sexualidad humana. Un fascinante estudio de personajes que encuentra nuevas formas de tratar el sexo, el anhelo, los celos y todas las sutilezas del amor. Michael Sheen y Lizzy Caplan son fascinantes. Al tratar el sexo con una perspectiva tan clínica, los guionistas dan una vida a estos personajes que nunca antes habíamos visto. Matizada y seductora, capta detalles de la época pocas veces vistos en televisión.

La serie muestra muchos desnudos y encuentros sexuales a lo largo de las temporadas.

Trata de un escritor que intenta compaginar su carrera, la relación con su hija y su ex novia y su apetito por las mujeres. La escritura de esta serie es brillante. Aunque algunas de las líneas argumentales son ligeramente increíbles, el diálogo es lo que hace brillar a la serie. También es interesante observar la importancia de la música en la vida de los personajes. Las referencias musicales dan contexto y profundidad a los personajes. El reparto cambia por temporada, y funciona muy bien. Las tres primeras temporadas son buenas y, aunque después decae, merece la pena verla si te gusta algo diferente dentro del género de la comedia dramática.

Es más una serie de comedia sexual que una simple comedia. Tom Kapinos ha desarrollado maravillosamente la lucha de un escritor, muy metido en las drogas, las aventuras sexuales y la bebida, a pesar de ser marido y padre.